El adiós a Ace Frehley: el guitarrista que definió el sonido de Kiss
El silencio cayó sobre el mundo del rock. Ace Frehley, el guitarrista que encendió los escenarios con su estilo inconfundible y dio forma al sonido de Kiss, murió hoy a los 74 años, según confirmó su familia en un comunicado. La noticia llegó después de semanas de rumores sobre su delicado estado de salud. Había estado conectado a soporte vital tras cancelar el resto de sus fechas de gira en 2025.
La causa de muerte aún no ha sido revelada, pero la huella que deja en la historia del rock es imborrable. Frehley no solo fue un guitarrista: fue una chispa creativa que ayudó a transformar a Kiss en una leyenda mundial.
De las calles de Nueva York al nacimiento de una leyenda
Antes de convertirse en una figura inmortal, Ace Frehley era simplemente un joven músico en busca de una oportunidad en Nueva York. En 1972, respondió a un anuncio publicado por Paul Stanley, Gene Simmons y Peter Criss. Buscaban un guitarrista principal, y su audición cambió la historia del rock para siempre.
En enero de 1973, el cuarteto adoptó el nombre de Kiss y comenzó a labrar su camino hacia la fama. Entre 1974 y 1975 lanzaron tres álbumes: Kiss, Hotter Than Hell y Dressed to Kill. Aunque el éxito comercial tardó en llegar, la banda había formado una comunidad de fanáticos apasionados: la legendaria Kiss Army.
“Alive!”: el rugido que cambió todo
El punto de inflexión llegó en 1975 con Alive!, un álbum en vivo que capturó toda la energía, el caos y la magia del grupo sobre el escenario. Fue certificado cuatro veces platino y llevó a Kiss a las listas de éxitos con “Rock and Roll All Nite”.
En ese disco, la guitarra de Ace Frehley se convirtió en un símbolo. Sus solos electrizantes y su presencia escénica inspiraron a miles de jóvenes guitarristas que soñaban con tomar un instrumento y conquistar el mundo.
Un solista exitoso dentro y fuera de Kiss
En 1978, los cuatro miembros de Kiss lanzaron álbumes solistas, pero el de Frehley fue el más exitoso. Su autenticidad, su sonido espacial y su actitud rebelde lo convirtieron en el favorito de muchos fanáticos.
Su creatividad brilló especialmente en los discos Dynasty (1979) y Unmasked (1980), donde contribuyó con varias composiciones propias. Sin embargo, los conflictos internos dentro de la banda comenzaron a fracturar la relación.
La ruptura y el renacer con Frehley’s Comet
A comienzos de los años ochenta, Ace Frehley se fue alejando del grupo. Tras ser reemplazado por Vinnie Vincent en la gira Creatures of the Night de 1982, decidió seguir su propio camino. En 1984 formó su banda Frehley’s Comet, con la que volvió a conquistar al público.
Su álbum debut, Frehley’s Comet (1987), fue un éxito entre los amantes del hard rock, y su continuación, Second Sighting (1988), consolidó su reputación como un artista que podía brillar sin el maquillaje ni el nombre de Kiss.
El regreso triunfal a Kiss y su legado eterno
En 1996, la historia dio un giro inesperado. Frehley y Criss se reunieron con Simmons y Stanley para una gira que agotó entradas en todo el mundo. Kiss volvió con su formación original, maquillajes incluidos, y arrasó con la nostalgia y la potencia del rock clásico.
En 1998 lanzaron Psycho Circus, el primer disco de estudio de la formación original en dos décadas. Cuatro años después, Frehley se despidió oficialmente de la banda tras su actuación en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2002 en Salt Lake City.
Desde entonces, continuó ofreciendo conciertos, lanzando música en solitario y compartiendo su historia con nuevas generaciones.
Una vida dedicada al rock y al fuego del escenario
Ace Frehley fue más que un músico: fue un símbolo de libertad artística y una inspiración para quienes encontraron en la guitarra eléctrica una forma de vida. Su personalidad excéntrica, su característico maquillaje plateado y su talento deslumbrante lo convirtieron en una figura única dentro del universo del rock.
Su legado no se mide en cifras, sino en las emociones que despertó. Cada riff, cada solo, cada nota que tocó sigue resonando en las manos de los músicos que crecieron soñando ser como él.
El último acorde
Hoy el rock pierde a uno de sus héroes más emblemáticos. Pero el eco de su guitarra, esa que encendía el escenario con fuego y electricidad, seguirá viva en cada generación que descubra el poder de Rock and Roll All Nite o la furia de Shock Me.
Ace Frehley no se ha ido del todo. Mientras haya un escenario, una guitarra y un corazón dispuesto a romper las reglas, su espíritu seguirá tocando.


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