La inteligencia en los perros varía ampliamente entre razas, influyendo en su capacidad de entrenamiento, obediencia y reacción ante órdenes humanas. Aunque todas las razas caninas ofrecen amor, lealtad y compañía, algunas presentan mayores desafíos cuando se trata de educación y aprendizaje.
El psicólogo canino Stanley Coren, en su famoso libro La inteligencia de los perros, analizó el comportamiento de 131 razas y estableció un ranking basado en pruebas de obediencia y capacidad de trabajo. Su estudio identificó qué perros requieren más repeticiones para aprender órdenes y cuáles tienen menor disposición a seguir instrucciones.
Si bien este ranking ha sido cuestionado por algunos expertos que argumentan que la inteligencia no solo se mide en obediencia, sigue siendo una referencia en el mundo de la etología canina. A continuación, te presentamos las razas que, según Coren, tienen menor inteligencia de trabajo y obediencia.
¿Cómo se mide la inteligencia en los perros?
Stanley Coren clasificó la inteligencia canina en tres tipos:
- Inteligencia instintiva: Relacionada con las habilidades naturales de la raza, como caza, pastoreo o guardia.
- Inteligencia adaptativa: Capacidad del perro para resolver problemas y aprender de su entorno.
- Inteligencia de trabajo y obediencia: Qué tan rápido un perro aprende comandos y qué tan dispuesto está a seguir órdenes humanas.
El estudio de Coren se basó en pruebas de obediencia y trabajo, realizadas con la ayuda de 199 jueces de concursos caninos. Las razas con menor puntuación en su clasificación fueron aquellas que requieren entre 80 y 100 repeticiones para aprender una nueva orden y solo obedecen en un 25 % de los casos.
Razas de perros con menor inteligencia, según Stanley Coren
Aunque estas razas pueden no destacar en obediencia, muchas poseen habilidades excepcionales en otros ámbitos, como la caza, el rastreo o la independencia. Aquí están las cinco razas con menor desempeño en obediencia y trabajo, de acuerdo con Coren.
1. Galgo afgano – Independiente y de espíritu libre
Puesto en el ranking: Última posición (131)
Personalidad: Independiente, reservado y poco afectuoso con extraños.
Dificultades: No responde bien al entrenamiento repetitivo y muestra desinterés por la obediencia.
El galgo afgano es una de las razas más antiguas del mundo, criada originalmente para la caza en las montañas de Afganistán. Su independencia y fuerte instinto cazador hacen que prefiera actuar por cuenta propia, lo que puede hacer que el entrenamiento sea un gran desafío para dueños inexpertos.
2. Basenji – Inteligente, pero poco obediente
Puesto en el ranking: 130
Personalidad: Curioso, juguetón, pero con un fuerte sentido de autonomía.
Dificultades: Tiende a ignorar órdenes y solo responde cuando le conviene.
El basenji, conocido como “el perro que no ladra”, es una raza originaria de África con una personalidad inquebrantable. Aunque es inteligente y observador, se caracteriza por su espíritu terco e independiente, lo que dificulta su entrenamiento en obediencia.
3. Bulldog inglés – Amoroso, pero testarudo
Puesto en el ranking: 129
Personalidad: Tranquilo, afectuoso y leal.
Dificultades: Aprende lentamente y puede ser extremadamente terco.
El bulldog inglés es conocido por su apariencia robusta y su carácter apacible. Sin embargo, su entrenamiento puede ser complicado, ya que suele tener una actitud testaruda y perezosa, prefiriendo relajarse en lugar de seguir órdenes repetitivas.
4. Chow chow – Distante y difícil de entrenar
Puesto en el ranking: 128
Personalidad: Independiente, protector y poco expresivo.
Dificultades: Requiere socialización temprana y un entrenamiento firme.
El chow chow es una de las razas más antiguas de China, criada originalmente para la caza y la protección. Aunque es extremadamente leal a su familia, su carácter reservado y distante hace que el entrenamiento en obediencia sea complejo.
5. Borzoi – Elegante, pero poco receptivo
Puesto en el ranking: 127
Personalidad: Elegante, reservado y muy independiente.
Dificultades: No responde bien a órdenes repetitivas.
El borzoi, o galgo ruso, es una raza criada para la caza de lobos. A pesar de su belleza y agilidad, su temperamento independiente y su poca disposición para la obediencia hacen que el adiestramiento sea un reto.
¿Menos inteligentes o simplemente independientes?
Si bien el ranking de Stanley Coren se basa en la capacidad de obediencia y entrenamiento, muchos expertos en comportamiento canino argumentan que la inteligencia de un perro no solo se mide en obediencia.
Las razas más independientes suelen ser difíciles de entrenar porque están diseñadas para pensar por sí mismas, especialmente aquellas que fueron criadas para la caza o el trabajo en solitario.
Factores como la socialización temprana, la estimulación mental y el entrenamiento positivo pueden marcar una gran diferencia en la capacidad de respuesta de un perro.
En otras palabras, un perro “poco inteligente” puede ser simplemente un perro con una gran autonomía y fuerte carácter.
Conclusión: No hay perros tontos, solo razas con diferentes estilos de aprendizaje
Si bien algunas razas pueden ser más difíciles de entrenar, cada perro es único y tiene habilidades especiales. La clave para una buena convivencia está en comprender el temperamento de cada raza y aplicar un entrenamiento adecuado a sus necesidades.
Más allá de la obediencia, todos los perros pueden aprender y desarrollarse con la paciencia y el método correcto. Al final del día, lo más importante es el amor y la conexión que se forma entre humanos y perros, independientemente de su nivel de inteligencia.
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