En pleno siglo XXI, la revolución tecnológica ha transformado la vida cotidiana de millones de personas. Sin embargo, detrás del brillo de las pantallas se esconde una amenaza creciente y silenciosa: la hiperconexión digital, especialmente entre niños y adolescentes.
Los teléfonos inteligentes, redes sociales y videojuegos se han vuelto omnipresentes. Pero ahora, múltiples voces médicas, científicas y sociales advierten que su uso desmedido está generando una crisis de salud mental sin precedentes.
Plataforma Control Z: un grito colectivo por la salud digital
En España, 16 asociaciones científicas, sociales y medios se unieron para crear la Plataforma Control Z, una iniciativa urgente que denuncia lo que califican como una nueva pandemia silenciosa: el impacto devastador de las tecnologías digitales sobre el desarrollo emocional, físico y cognitivo de los jóvenes.
Mar España, presidenta de la plataforma, ha sido contundente: “No hay salud mental sin salud digital”. En una rueda de prensa cargada de datos alarmantes, llamó a tomar medidas inmediatas.
Daños neurológicos, emocionales y sociales: las secuelas de la hiperconexión
Uno de los informes más citados por la plataforma es Cyber Guardians, que revela un dato estremecedor:
📈 Desde 2012, los trastornos mentales en menores aumentaron un 300%, en estrecha relación con el uso excesivo de redes sociales y dispositivos móviles.
Los efectos van más allá de la vista cansada o el sedentarismo. Afectan directamente el desarrollo cerebral:
- Problemas de lenguaje
- Déficit de atención
- Dificultades para tomar decisiones
- Fatiga crónica
- Depresión y ansiedad
- Conductas autolesivas
El neurólogo David Ezpeleta advirtió que los celulares generan “microestímulos de alta intensidad”, comparables con los de las máquinas tragamonedas. La recompensa inmediata y el scroll infinito estimulan los circuitos de adicción.
Pantallas, infancia y adolescencia: ¿cuánto es demasiado?
El pediatra Julio Álvarez Pitti, de la Asociación Española de Pediatría, explicó que el uso promedio de pantallas ha alcanzado niveles insostenibles:
📱 200 minutos diarios entre semana
📱 300 minutos durante el fin de semana
Esta sobreexposición digital genera efectos en cadena:
- Trastornos del sueño
- Alimentación deficiente
- Reducción de actividad física
- Riesgo cardiovascular
- Problemas visuales
La psiquiatra Abigail Huertas añade que la tecnología ha cambiado la forma en que los niños construyen identidad y vínculos. Aumentan los casos de autolesiones, distorsión de la imagen corporal y trastornos alimenticios, directamente relacionados con los estándares irreales promovidos en redes sociales.
Propuestas urgentes para una salud digital consciente
Control Z no plantea una cruzada contra la tecnología. Su objetivo es claro: educar, regular y acompañar. Sus propuestas incluyen:
✅ Prohibir pantallas en menores de 6 años
✅ Limitar el uso de celulares hasta los 12 años
✅ Restringir redes sociales hasta los 16 años
✅ Entregar el primer smartphone después de los 16
✅ Exigir regulación a plataformas tecnológicas
✅ Fomentar pactos familiares sobre el uso digital
✅ Promover el juego libre, actividad física y relaciones reales
Además, han pedido reformas legislativas, como modificar la LOMLOE para restringir el uso de pantallas en aulas escolares.
Acompañar, no prohibir: el camino hacia una tecnología saludable
El mensaje de Control Z es tan firme como conciliador: no se trata de demonizar el mundo digital, sino de crear entornos donde la tecnología se use con responsabilidad. La clave está en educar a las familias, formar a los docentes y generar políticas públicas con base científica.
Estamos ante un punto de inflexión: o adaptamos nuestras prácticas al bienestar de los más jóvenes, o veremos cómo una generación entera crece atrapada entre pantallas que, en lugar de conectarlos, los aíslan.
Cuidar la salud mental en tiempos digitales es un deber colectivo
La hiperconexión ya no es solo un problema individual, sino una preocupación de salud pública. La ciencia, la pediatría, la psiquiatría y la neurología coinciden: estamos ante un fenómeno que requiere acción urgente y colectiva.
Porque como bien lo dice la plataforma:
👉 “No hay salud mental sin salud digital”.


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