¿Una selfie con Taylor Swift o Bad Bunny? La IA lo hace posible y es la última tendencia viral. Pero detrás de la diversión se esconde un fenómeno psicológico complejo: las relaciones parasociales y los crecientes riesgos de la manipulación digital.
Una nueva tendencia está arrasando en plataformas como TikTok: usuarios generando imágenes hiperrealistas de sí mismos junto a sus celebridades favoritas. Gracias a herramientas de Inteligencia Artificial (IA) cada vez más accesibles como Grok, Midjourney o Freepik, el sueño de tener una foto con un ídolo está a solo un prompt de distancia. Lo que parece un pasatiempo inocente y creativo está revelando profundas verdades sobre la psicología del fanatismo en la era digital y encendiendo alarmas sobre los dilemas éticos de la manipulación de imágenes.
Esta fascinación por crear «recuerdos de mentira» no solo expone el deseo humano de cercanía con lo inalcanzable, sino que también nos adentra en el terreno de las relaciones parasociales y los peligros de los deepfakes.
La Psicología de la Cercanía: ¿Qué es una Relación Parasocial?
Una relación parasocial es una conexión unilateral que una persona siente hacia una figura pública que no conoce personalmente. La audiencia invierte tiempo y emoción, desarrollando un sentimiento de amistad, intimidad o incluso romance, mientras que la celebridad ni siquiera sabe de su existencia.
Esta tendencia de fotos con IA es la manifestación visual de este fenómeno. No se trata solo de admiración; es el deseo de insertar la propia identidad en la narrativa de la celebridad, de crear una prueba tangible de una conexión que solo existe en la mente del fan. Los psicólogos señalan que estas relaciones pueden ofrecer beneficios, como un sentido de pertenencia y comunidad, especialmente para grupos marginados o personas con dificultades para socializar en la vida real.
«Las relaciones parasociales ofrecen una sensación de conexión humana que de otra manera no podrían tener», se explica en análisis sobre el tema, destacando su papel durante el aislamiento de la pandemia..
Sin embargo, cuando este apego se vuelve excesivo, puede llevar al aislamiento de las relaciones reales y a una dependencia emocional de una figura que es, en esencia, una construcción mediática. La IA, al permitir la creación de estos «recuerdos falsos», puede intensificar esta desconexión con la realidad.
De la Diversión al Engaño: El Auge de los Deepfakes
La misma tecnología que permite crear una foto divertida con un famoso es la que se utiliza para fines mucho más oscuros. Los deepfakes, o imágenes y videos falsos creados con IA, son uno de los principales riesgos de la era digital, según el Foro Económico Mundial.
Celebridades como Taylor Swift, Rosalía y Scarlett Johansson ya han sido víctimas de la creación y difusión de imágenes explícitas falsas, generadas sin su consentimiento. Esta problemática, que afecta desproporcionadamente a las mujeres, vulnera la privacidad, la imagen y la integridad de las personas.
Los riesgos no se detienen ahí:
- Estafas y Fraudes: La imagen de figuras como Johnny Depp o Brad Pitt ha sido utilizada para estafar a fanáticos, solicitando dinero bajo falsas promesas de encuentros o ayudas.
- Desinformación Política: Se han creado imágenes falsas de celebridades y figuras públicas para simular apoyos a candidatos políticos, erosionando la confianza en la información.
- Erosión de la Realidad: El uso masivo de estas herramientas genera un debate filosófico sobre la autenticidad. Como señaló un usuario en un debate viral, «es [un recuerdo] falso. Pero verlo hará que sea real en tu memoria».
El Dilema Ético y Legal: ¿Quién es el Dueño de una Imagen Falsa?
La proliferación de imágenes generadas por IA plantea complejos dilemas éticos y legales:
- Derechos de Autor: Según la Oficina de Derechos de Autor de EE. UU., las imágenes generadas puramente por IA no pueden tener derechos de autor porque carecen de autoría humana. Sin embargo, si un artista modifica sustancialmente una imagen de IA, esas modificaciones sí podrían estar protegidas.
- Consentimiento y Privacidad: El uso del rostro de una persona, famosa o no, para crear una nueva imagen sin su permiso explícito es una grave violación de la privacidad.
- Sesgos Algorítmicos: Los modelos de IA se entrenan con bases de datos existentes, lo que puede perpetuar y amplificar sesgos raciales y de género, reforzando estándares de belleza excluyentes.
Empresas como Getty Images y Google están implementando medidas para combatir la desinformación, como prohibir la generación de imágenes de personas famosas o marcas reconocibles en sus herramientas de IA. Sin embargo, la regulación avanza más lento que la tecnología.
La tendencia de las fotos con famosos es un espejo de nuestra era: una fascinación por la tecnología, un anhelo de conexión y una creciente dificultad para discernir entre lo real y lo artificial. Mientras disfrutamos de la creatividad que la IA nos ofrece, es crucial mantener un pensamiento crítico y ser conscientes de que, detrás de cada imagen viral, hay una conversación más profunda sobre ética, identidad y la naturaleza misma de la verdad.


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