La coalición «semáforo» de Alemania se desintegra por desacuerdos sobre el presupuesto y la política energética, sumiendo al país y a la UE en la incertidumbre
El gobierno de coalición de Alemania, liderado por el canciller Olaf Scholz, ha colapsado. Las profundas divisiones ideológicas entre socialdemócratas, verdes y liberales sobre la política energética y el presupuesto han resultado insalvables.
El experimento político más observado de Europa ha llegado a un abrupto final. La coalición «semáforo» de Alemania, una alianza inédita entre los Socialdemócratas (SPD) de centro-izquierda, los Verdes y los Liberales pro-mercado (FDP), ha colapsado oficialmente, sumiendo al motor económico de la Unión Europea en una profunda crisis política.
El canciller Olaf Scholz (SPD) anunció la ruptura tras una reunión de crisis de apenas dos horas en la que se constató lo que era un secreto a voces: las diferencias entre los socios eran irreconciliables. La gota que colmó el vaso fue el desacuerdo sobre el presupuesto para el próximo año, un conflicto que destapó las fisuras fundamentales en la visión del país.
El fin de la coalición se venía gestando desde que el Tribunal Constitucional alemán declarara inconstitucional una maniobra presupuestaria del gobierno a finales de 2023, dejando un agujero de 60.000 millones de euros en las finanzas públicas.
Choque de Ideologías: Clima vs. Deuda
La crisis presupuestaria fue el catalizador, pero las raíces del conflicto son mucho más profundas y se centran en el choque de dos visiones opuestas sobre el futuro de Alemania :
* Los Verdes y el SPD: Abogaban por una fuerte inversión pública para acelerar la transición energética, financiar programas sociales y construir nuevas terminales de Gas Natural Licuado (GNL) para asegurar el suministro tras el corte del gas ruso.
* El FDP: Liderado por el ahora exministro de Finanzas, Christian Lindner, insistía en la disciplina fiscal y el cumplimiento del «freno a la deuda» constitucional, que limita el déficit público. Consideraban que el gasto propuesto por sus socios era irresponsable.
Este choque se manifestó en cada debate importante: desde la ley para sustituir las calefacciones de gas por sistemas renovables hasta la política de inmigración. Los Verdes acusaron al FDP de bloquear la transición climática, mientras que el FDP acusó a los Verdes de querer llevar al país a la bancarrota.
«La política no es un juego. Quien entra en un gobierno es responsable de todo el país. El experimento de formar un gobierno con tres partidos tan distintos ha fracasado estrepitosamente». – Comentario de un analista político en la televisión alemana.
Incertidumbre en Alemania y Temblores en Europa
La caída del gobierno abre un período de máxima incertidumbre. El canciller Scholz podría intentar gobernar en minoría, buscar una nueva coalición (posiblemente con los conservadores de la CDU/CSU) o, la opción más probable, convocar elecciones anticipadas.
Las encuestas actuales muestran un panorama desolador para los partidos de la coalición saliente y un fuerte ascenso de la derecha conservadora (CDU/CSU) y la ultraderecha (AfD).
Las ondas de choque de este terremoto político se sentirán en toda Europa. La inestabilidad en Alemania, el principal contribuyente neto al presupuesto de la UE y su economía más grande, podría paralizar la toma de decisiones en Bruselas en un momento crítico, con la guerra en Ucrania y la competencia con China y Estados Unidos como telón de fondo. La era del «semáforo» ha terminado, y la luz roja de la incertidumbre ahora parpadea sobre Alemania y toda la Unión Europea.
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