Un nuevo estudio publicado por JAMA, la plataforma científica de la Asociación Médica Estadounidense, reveló que realizar cambios sencillos pero constantes en el estilo de vida puede mejorar la función cognitiva en adultos mayores. La investigación, conocida como US POINTER, fue realizada en Estados Unidos y reclutó a más de 2,000 personas de entre 60 y 79 años con alto riesgo de deterioro mental.
Este hallazgo representa una oportunidad real para prevenir o retrasar el deterioro cognitivo leve en la vejez, incluso sin medicamentos, solo modificando cinco hábitos fundamentales.
¿Qué es el estudio US POINTER?
El US Study to Protect Brain Health Through Lifestyle Intervention to Reduce Risk (US POINTER) es un ensayo clínico aleatorizado y multicéntrico que comparó dos tipos de intervenciones de estilo de vida para mejorar la salud cerebral.
Los participantes tenían factores de riesgo como hábitos sedentarios, mala alimentación, antecedentes familiares de demencia, riesgo cardiometabólico y edad avanzada. A todos se les consideraba cognitivamente sanos al inicio del estudio.
Dos métodos diferentes, un mismo objetivo
Los adultos mayores se dividieron en dos grupos:
- Grupo estructurado: recibió un plan intensivo con 38 sesiones grupales, seguimiento dietético, coaching de salud, llamadas y visitas clínicas frecuentes.
- Grupo auto guiado: obtuvo información sobre alimentación y ejercicio, seis sesiones informativas, reuniones entre pares y visitas clínicas ocasionales.
Ambos programas incluyeron cinco pilares:
- Actividad física regular
- Alimentación saludable
- Entrenamiento cognitivo
- Interacción social
- Control de salud vascular
Resultados: mejora significativa en la función cerebral
Tras dos años de seguimiento, ambos grupos mostraron mejoras en memoria, velocidad de procesamiento y función ejecutiva.
- El grupo estructurado mejoró 0.243 desviaciones estándar en su puntuación cognitiva.
- El grupo auto guiado mejoró 0.213 desviaciones estándar.
La función ejecutiva se mantuvo estable y mejoró nuevamente en el segundo año. La memoria mostró avances durante los primeros 18 meses, aunque descendió ligeramente al finalizar el periodo, sin diferencias significativas entre ambos grupos.
El estudio confirma que modificar el estilo de vida puede ser una herramienta poderosa y accesible para mantener la salud cerebral en adultos mayores. La clave está en la constancia y en atender cinco áreas fundamentales: moverse más, comer mejor, socializar, entrenar la mente y cuidar el corazón.


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