A lo largo de la historia, algunas enfermedades han dejado una marca indeleble en las sociedades humanas. Una de ellas es el escorbuto, conocido como «la peste de los navegantes«, una dolencia que definió el curso de las grandes exploraciones marítimas al cobrarse más vidas que las propias tormentas y enfrentamientos navales.
Tal vez no sepas pero el escorbuto fue particularmente devastador durante los siglos XV y XVI, cuando los marineros emprendían largos viajes sin acceso a frutas y verduras frescas. Su legado nos recuerda la importancia de una dieta equilibrada y rica en nutrientes esenciales.
¿Qué es el escorbuto y por qué es tan peligroso?
De acuerdo a información proporcionada por expertos de la salud, el escorbuto es una enfermedad causada por la deficiencia de vitamina C, un nutriente esencial para la síntesis de colágeno, una proteína clave para mantener la salud de la piel, los vasos sanguíneos y los tejidos conectivos.
Sin vitamina C, el cuerpo pierde la capacidad de reparar tejidos, lo que lleva a síntomas debilitantes como fatiga, inflamación de encías, hemorragias y cicatrización deficiente de heridas.
El papel del escorbuto en las exploraciones marítimas
Durante la era de las grandes exploraciones, el escorbuto fue la principal causa de muerte entre los marineros. Viajes como los de Magallanes y Elcano se vieron marcados por esta enfermedad, que a menudo diezmaba a las tripulaciones antes de alcanzar su destino.
No fue hasta el siglo XVIII que la Marina Real Británica adoptó medidas efectivas, como el suministro de cítricos a los marineros, reduciendo drásticamente la incidencia del escorbuto.
Síntomas del escorbuto: cómo identificarlo
Los síntomas del escorbuto suelen aparecer después de 1 a 3 meses de deficiencia de vitamina C:
- Fatiga y debilidad: Por la reducción en la producción de energía celular.
- Encías inflamadas y sangrantes: Que pueden llevar a la pérdida de dientes.
- Manchas en la piel: Hemorragias que aparecen como puntos rojos o morados.
- Cicatrización deficiente de heridas: Por la falta de colágeno.
- Dolores musculares y articulares: Provocados por el deterioro de tejidos conectivos.
¿Cómo prevenir y tratar el escorbuto?
Aunque el escorbuto es raro hoy en día, aún se documentan casos en personas con dietas limitadas, como ocurrió en octubre de 2024 con un hombre en Perth, Australia. Para prevenirlo, es fundamental consumir alimentos ricos en vitamina C:
- Frutas cítricas: Naranja, limón, lima y pomelo.
- Frutas tropicales: Guayaba, papaya, kiwi y piña.
- Verduras: Pimientos, brócoli, espinacas.
- Hierbas frescas: Perejil, cilantro y tomillo.
El tratamiento implica la incorporación inmediata de estos alimentos o suplementos, lo que mejora los síntomas en 24 a 72 horas.
El escorbuto en el presente: lecciones del pasado
Aunque esta enfermedad ya no es una amenaza significativa, el escorbuto nos recuerda la importancia de una dieta equilibrada. Más allá de su impacto histórico, es un ejemplo claro de cómo la nutrición puede influir en la salud y el curso de la humanidad.
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