Desde la infancia hasta la adultez, muchas de las decisiones que tomamos están influenciadas por lo que vimos, oímos y aprendimos de nuestras madres. Ellas, con su voz firme o su cariño silencioso, nos dejaron lecciones que a menudo recordamos sin darnos cuenta. En este artículo, presentamos relatos sinceros de personas que comparten aquellas enseñanzas que les cambiaron la vida.
Para Luis Argüelles, un arquitecto de 42 años, la mayor lección que le dejó su madre fue la importancia de la empatía. “Mi madre siempre decía: ‘Nunca sabes por lo que está pasando alguien. Sé amable, siempre’. Esa frase me acompaña todos los días, incluso cuando estoy dirigiendo unproyecto y hay tensiones con el equipo”.
Rocío López, una joven maestra, recuerda cómo su madre le enseñó el valor de la perseverancia. “Mi mamá trabajaba lavando ropa para otras familias, y aun así nos hizo estudiar a los cuatro. Nunca se quejaba. Eso me hizo entender que no hay sueño imposible si se tienen metas y se quieren alcanzar”.
Historias como estas abundan. Algunas se construyen en pequeños gestos diarios: una madre que te espera despierta,aunque llegues tarde, que guarda tu dibujo en una caja de recuerdos, o que te mira en silencio mientras sufres y te dice: “Estoy aquí”.
Luis del Cid, cocinero de 36 años, no olvida el día en que su mamá le enseñó a cocinar. “Era niño y quería ayudarla. Me dijo que la cocina era para todos, no solo para mujeres. Hoy, cocinar para otros es mi forma de dar cariño a mis amigos y a mi familia. Eso viene de ella”.
Cada historia refleja que las madres no solo crían hijos, sino también valores. Por ello, en este Día de las Madres es buen momento para recordar no solo lo que hicieron, sino lo que nos dejaron para siempre: esas lecciones que guían elcamino, incluso en su ausencia.


TE PODRÍA INTERESAR