Una tragedia sacudió a la comunidad de Vasilyevo, en Tartaristán (Rusia), luego de que una bebé de apenas 21 días de nacida muriera tras ser arrojada desde la ventana de un cuarto piso por su hermana de cinco años.
El Comité de Investigación de Rusia abrió una causa penal para determinar las responsabilidades y esclarecer los motivos detrás del suceso que ha conmocionado al país.
Un arranque de celos que terminó en tragedia
De acuerdo con las primeras versiones, la menor habría actuado impulsada por celos hacia la nueva integrante de la familia. Según fuentes oficiales, no había supervisión adulta al momento de los hechos: la madre se encontraba visitando a una amiga y el padre estaba en el trabajo.
Los investigadores analizan la posible omisión de cuidados parentales, así como otras hipótesis que puedan explicar cómo ocurrió el trágico incidente.
“Se están examinando las acciones de los padres que dejaron a los niños sin supervisión, así como otros posibles escenarios”, comunicó oficialmente el Comité de Investigación.
Vecinos escucharon gritos antes de la caída
Testigos relataron haber escuchado gritos de la hermana mayor momentos antes de ver el cuerpo del bebé en el suelo. Los servicios de emergencia acudieron de inmediato, pero el recién nacido ya no presentaba signos vitales al ser atendido.
La comunidad permanece consternada. Vecinos del edificio señalaron que la familia era considerada “tranquila y reservada”, sin antecedentes de violencia doméstica.
Investigación en curso y llamado a la prevención
Las autoridades locales mantienen abierta la investigación para determinar si los padres incurrieron en negligencia o si la caída fue un accidente derivado de un impulso infantil.
El jefe del distrito de Zelenodolsk, Mijaíl Afanasyev, expresó sus condolencias y pidió a los padres extremar precauciones:
“Ningún menor debe quedar solo, aunque sea por unos minutos. Un descuido puede tener consecuencias irreversibles”.
La tragedia ha reavivado el debate sobre la responsabilidad parental y la salud emocional infantil, especialmente en hogares donde los hijos mayores enfrentan la llegada de un nuevo bebé.Expertos en psicología infantil advierten que los celos entre hermanos son una reacción natural, pero pueden intensificarse si el menor no recibe atención emocional suficiente. Este caso ha puesto en evidencia la necesidad de programas de acompañamiento familiar para prevenir tragedias derivadas de la falta de supervisión o apoyo psicológico.


TE PODRÍA INTERESAR