Las autoridades han asestado un nuevo golpe al narcotráfico en la frontera. En un operativo en Tijuana, fueron asegurados 322 kilogramos de metanfetamina y se detuvo a un hombre, identificado como Jesús Gilberto «N». Este decomiso confirma el papel de la ciudad como un punto neurálgico para el tráfico de drogas sintéticas hacia Estados Unidos.
En una acción que evidencia la lucha constante contra el crimen organizado en la frontera norte, elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) lograron un importante decomiso de droga sintética en Tijuana. El operativo culminó con la incautación de 322 kilos de metanfetamina, una de las drogas de mayor consumo y tráfico en la región.
Los hechos ocurrieron cuando los agentes detectaron una camioneta que, al notar la presencia policial, intentó evadirlos. Esto desató una breve persecución que finalizó en el estacionamiento de un centro comercial. Al inspeccionar el vehículo, los oficiales encontraron la droga oculta en contenedores.
El conductor, identificado como Jesús Gilberto «N», fue detenido en el lugar y puesto a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR) para determinar su situación jurídica.
Una Gota en el Océano del Narcotráfico
Si bien el decomiso de 322 kilos de metanfetamina es un éxito operativo innegable, también sirve como un sombrío recordatorio de la escala masiva de la industria del narcotráfico. Expertos en seguridad y las propias agencias de la ley a menudo admiten que solo logran interceptar un pequeño porcentaje del total de la droga que se trafica.
Este único cargamento, con un valor de millones de dólares en el mercado negro, sugiere la existencia de una industria multimillonaria que opera en las sombras, con una capacidad de producción y logística que parece inagotable. Cada decomiso es una victoria, pero una victoria en una guerra de desgaste contra un enemigo con recursos casi ilimitados.
El Espejismo de Capturar al «Mula»
La detención de Jesús Gilberto «N» es un paso necesario, pero es crucial entender su papel en la estructura criminal. Lo más probable es que se trate de un «mula» o transportista, un eslabón bajo y fácilmente reemplazable en la cadena del narcotráfico.
«En lo que va de 2025, Tijuana se ha consolidado como uno de los principales puntos de tráfico de metanfetamina hacia Estados Unidos, debido a su ubicación estratégica frente a San Diego, California.» – Informe de la Secretaría de la Defensa.
Los verdaderos cerebros de la operación —los químicos que sintetizan la droga, los financistas que lavan el dinero, los líderes que coordinan la logística y los funcionarios corruptos que facilitan el paso— rara vez son capturados en este tipo de operativos. Para los cárteles, la pérdida de 322 kilos de droga y un conductor es un costo operativo, una merma en el negocio que pueden absorber y reponer rápidamente.
Este decomiso en Tijuana es, por tanto, una doble cara de la moneda: un éxito táctico para las autoridades y, al mismo tiempo, una prueba de la magnitud y la resiliencia de un problema que está lejos de ser resuelto.


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