El temor a la delincuencia vuelve a dominar la conversación pública en México. Según el INEGI, el 63% de los adultos considera inseguro vivir en su ciudad, una cifra que revive los niveles más altos de preocupación social desde finales de 2023.
Los resultados, publicados en la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del tercer trimestre de 2025, muestran que la percepción de inseguridad aumentó respecto al 58.6% de septiembre de 2024, reflejando un deterioro en la confianza ciudadana, a pesar del discurso gubernamental sobre mejoras en seguridad.
Culiacán, Irapuato y Chilpancingo: epicentros del miedo
El estudio de la ENSU identifica a Culiacán (88.3%), Irapuato (88.2%) y Chilpancingo (86.3%) como las ciudades más inseguras del país, seguidas por Ecatepec (84.4%) y Cuernavaca (84.2%).
En estos municipios, la presencia de grupos delictivos, la violencia armada y la desconfianza institucional conforman un cóctel que alimenta la percepción de riesgo.
En Culiacán, por ejemplo, la reciente captura de Ismael “Mayo” Zambada y la reconfiguración de grupos criminales han intensificado el temor social, mientras la población se siente atrapada entre disputas internas del crimen organizado.
Ciudades donde sí se respira tranquilidad
En contraste, la ENSU destaca urbes con menor percepción de inseguridad:
- San Pedro Garza García (8.9%)
- Piedras Negras (15%)
- Benito Juárez, CDMX (15.6%)
- Los Mochis (19.2%)
- San Nicolás de los Garza (22.4%)
Estos municipios, en su mayoría con economías sólidas y estructuras policiales profesionales, reflejan que la seguridad no solo depende de la reducción del delito, sino de la confianza institucional y la cohesión social.
Espacios públicos: el reflejo del miedo cotidiano
La percepción de inseguridad se manifiesta especialmente en los espacios públicos.
El 71.7% de los mexicanos dice sentirse inseguro en cajeros automáticos, el 64.9% en el transporte público y el 64.4% al caminar por las calles.
Estos miedos han cambiado hábitos diarios:
- 40.6% evita portar objetos de valor
- 36.9% restringe las salidas de menores
- 35% deja de caminar de noche
- 22.4% reduce las visitas a familiares o amistades
Aunque algunos indicadores muestran mejoras marginales, el miedo sigue condicionando la vida social y económica de millones de personas.
Menos homicidios, pero más miedo: la paradoja mexicana
Pese a que el gobierno federal reportó una reducción del 32% en homicidios dolosos, el miedo no cede.
El promedio diario bajó a 59.5 asesinatos en septiembre de 2025, frente a 86.9 en 2024, según cifras oficiales. Durante ese periodo, se reportaron:
- 34 mil detenidos por delitos de alto impacto
- 283 toneladas de droga incautadas
Sin embargo, los ciudadanos perciben que la violencia se mantiene presente. La discrepancia entre las estadísticas y la experiencia cotidiana revela una brecha entre la seguridad real y la seguridad percibida.
Confianza en las instituciones: el Ejército gana, las policías pierden
La ENSU también midió la confianza institucional.
Las Fuerzas Armadas lideran el ranking con altos niveles de efectividad percibida:
- Marina: 86.7%
- Ejército: 83%
- Fuerza Aérea: 83.2%
En cambio, las policías locales se mantienen rezagadas:
- Policía estatal: 52.7%
- Policía municipal: 46.8%
Solo el 30.3% confía en su gobierno local, principalmente por la ineficiencia en servicios básicos como baches, fugas de agua o alumbrado, factores que agravan la sensación de abandono y vulnerabilidad.
Un país dividido entre datos y emociones
El contraste entre los logros oficiales y el temor ciudadano dibuja un país con una profunda fractura emocional.
El miedo se ha vuelto parte del día a día, un sentimiento que no se disipa con cifras, sino con presencia institucional, justicia efectiva y políticas de prevención sostenidas.Mientras el gobierno celebra una baja en los homicidios, la ciudadanía sigue mirando por encima del hombro, buscando señales de seguridad que aún no llegan.


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