Una alarmante estadística pone a Nuevo León en el foco rojo de la violencia de género: el estado registra la segunda tasa más alta de mujeres víctimas del delito de extorsión a nivel nacional. Este fenómeno revela cómo el éxito económico de la región se ha entrelazado con la actividad de redes criminales que ven en las mujeres un objetivo vulnerable.
Detrás de la imagen de prosperidad y dinamismo económico de Nuevo León, se esconde una realidad sombría y preocupante para la mitad de su población. Según cifras oficiales, el estado se ha posicionado como la segunda entidad federativa con la tasa más alta de mujeres víctimas de extorsión en todo México, solo por debajo de Guanajuato.
Este dato, que surge del análisis de las denuncias presentadas en los primeros cinco meses del año, enciende las alarmas sobre una forma de violencia dirigida que encuentra en el contexto neoleonés un terreno fértil para prosperar.
Las Cifras de la Inseguridad
Los números son contundentes. Durante los primeros cinco meses de 2025, Nuevo León reportó una tasa de 5.58 casos de extorsión por cada 100,000 mujeres. Aunque el número absoluto de denuncias (178 casos) puede parecer menor en comparación con otros delitos, los expertos advierten que la extorsión tiene una «cifra negra» (delitos no denunciados) superior al 97%, lo que significa que el problema real es exponencialmente mayor.
Este fenómeno no es casual. Analistas en seguridad apuntan a que la combinación de un entorno económico próspero y la fuerte presencia de grupos del crimen organizado crea un ambiente depredador único. Las mujeres, especialmente aquellas que son emprendedoras, dueñas de pequeños negocios o cabezas de familia, son vistas por los delincuentes como objetivos «blandos» pero con acceso a flujos de efectivo constantes, lo que las convierte en víctimas ideales para el cobro de piso y otras formas de extorsión.
Un Entorno Depredador: ¿Por Qué en Nuevo León?
La importancia de Nuevo León como un centro industrial y comercial lo ha convertido en un territorio codiciado por los cárteles, que luchan por el control no solo de las rutas de narcotráfico, sino también de las economías locales a través de la extorsión.
Las redes criminales, como Los Zetas en el pasado y ahora otras facciones, han perfeccionado métodos de intimidación para someter a la población y a los negocios. En este contexto, las mujeres enfrentan una vulnerabilidad particular, a menudo exacerbada por la falta de redes de apoyo o el miedo a las represalias si denuncian.
«La violencia en Nuevo León es impulsada en gran medida por conflictos entre cárteles rivales… Estos grupos se involucran en sangrientas guerras territoriales por el control de las rutas de tráfico y las redes de extorsión locales», señala un análisis sobre la violencia en el estado.
La Respuesta: Nuevo León en la Estrategia Nacional
La gravedad de la situación en Nuevo León ha sido reconocida por el gobierno federal. El estado es uno de los ocho que han sido designados como prioritarios para la implementación de la nueva Estrategia Nacional contra la Extorsión, presentada recientemente por el Secretario de Seguridad, Omar García Harfuch.
Esta estrategia busca desplegar equipos especializados, fortalecer la inteligencia financiera para rastrear el dinero de las extorsiones y mejorar los protocolos de atención a víctimas a través de la línea de denuncia anónima 089. La inclusión de Nuevo León en este plan es un reconocimiento explícito de que el problema ha superado la capacidad de respuesta local y requiere una intervención coordinada a nivel federal. La protección de las mujeres contra este delito se convierte así en una prueba de fuego para la efectividad de las nuevas políticas de seguridad.


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