Un plan nacional para garantizar una menstruación sin barreras
La SEP y la SSA presentaron oficialmente la Estrategia Nacional por una Menstruación Digna, un programa federal que reconoce la salud menstrual como un derecho humano fundamental y un factor clave para evitar el abandono escolar entre adolescentes. Esta iniciativa representa uno de los esfuerzos más amplios emprendidos en México para combatir el estigma, la desinformación y la falta de insumos que afectan a millones de estudiantes en todo el país.

El programa está dirigido a más de 6.2 millones de estudiantes de secundaria y más de 5.4 millones de jóvenes de bachillerato, quienes cursan sus estudios en más de 64 mil planteles públicos y privados. Con este alcance, la estrategia se coloca como un proyecto estructural dentro de la agenda educativa y de salud pública nacional.
Una estrategia integral para estudiantes de secundaria y bachillerato
Las dependencias federales anunciaron que se distribuirán en escuelas materiales educativos, campañas informativas, actividades de orientación y kits de gestión menstrual. La entrega de estos insumos busca garantizar que ninguna estudiante carezca de productos básicos para atender su periodo.
Además, se capacitará a docentes y personal escolar para brindar acompañamiento libre de mitos y prejuicios. Según la SEP y la SSA, el objetivo es generar espacios seguros, informados y libres de discriminación, donde hablar de menstruación sea normal y no un motivo de vergüenza o ausentismo.
La iniciativa es coordinada por las Subsecretarías de Educación Básica y Media Superior, y la Subsecretaría de Políticas de Salud y Bienestar Poblacional. El CNEGSSR participa como órgano técnico especializado en temas de equidad de género, salud sexual y salud reproductiva.
SEP: Combatir estigmas que afectan el aprendizaje
Durante el acto de presentación, la subsecretaria Noemí Juárez Pérez enfatizó que la menstruación es un proceso natural y que su normalización es crucial para eliminar estereotipos que han afectado a generaciones de estudiantes. Subrayó que el país debe avanzar hacia un modelo en que las niñas y adolescentes “se sientan orgullosas de sus cuerpos y de sus procesos vitales”.
En la sede de la presentación para educación media superior, ubicada en el Centro Cultural Carlos Pellicer en Xochimilco, la subsecretaria Tania Rodríguez Mora recordó que miles de jóvenes pierden días completos de clase por incomodidad, falta de productos o por temor a ser estigmatizadas. La estrategia —señaló— busca garantizar que “ninguna adolescente deje de asistir a clases por incomodidad o vergüenza”.
La normalización de la conversación sobre salud menstrual es uno de los componentes centrales del programa, pues autoridades de ambos sectores coinciden en que el silencio y la falta de información se traducen en desigualdades y barreras para la permanencia escolar.
La salud menstrual como parte de los derechos humanos
Por su parte, la directora del CNEGSSR, Teresa Ramos Arreola, destacó que la estrategia está construida bajo principios de humanismo mexicano y perspectiva de género, pilares que buscan colocar a las personas en el centro de las políticas públicas. Señaló que garantizar una menstruación digna implica reconocer la importancia del acceso a insumos, información científica y condiciones higiénicas adecuadas.
El enfoque de derechos también considera la obligación del Estado de crear entornos seguros y funcionales dentro de las escuelas: baños equipados, acceso a agua limpia, privacidad y materiales sanitarios. Estos elementos se consideran esenciales para que las estudiantes ejerzan su derecho a la educación sin limitaciones.

Un paso estructural en la agenda educativa y sanitaria
La Estrategia Nacional por una Menstruación Digna representa un avance relevante para México, no solo en materia de educación, sino en la reducción de desigualdades de género. Al integrar esfuerzos institucionales, información científica, acompañamiento emocional y acceso a insumos, el programa busca transformar las condiciones que históricamente han afectado a millones de estudiantes.
Con esta iniciativa, la SEP y la SSA buscan sentar las bases para que la menstruación sea comprendida desde una perspectiva de salud y derechos humanos, y no como un estigma. La meta final es que la gestión menstrual deje de ser una barrera educativa y se convierta en un tema abordado con normalidad, empatía y conocimiento.


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