Polarización en México: Un problema de raíz económica
La polarización política en México tiene un origen claro: la desigualdad económica que ha marcado la vida de millones de mexicanos durante décadas. Mientras que una minoría privilegiada se ha beneficiado de la globalización, la mayoría de la población ha enfrentado pobreza, segregación y limitaciones para ejercer plenamente sus derechos.
Este artículo analiza cómo la economía y la política se entrelazan para profundizar la polarización, los efectos de las políticas actuales y las posibles vías hacia un México más justo e inclusivo.
Una desigualdad estructural
Desde hace décadas, las élites mexicanas han normalizado un modelo económico que perpetúa la pobreza para más de la mitad de la población. Aunque el país experimentó crecimiento económico, este fue insuficiente y concentrado en una minoría.
Elementos clave de la desigualdad:
- Acceso limitado a derechos básicos: Educación, salud y justicia son privilegios para quienes pueden pagarlos.
- Segregación económica y social: Un sistema que excluye a millones de ciudadanos.
- Falta de ciudadanía económica: La posición económica de las personas influye directamente en su capacidad para ejercer derechos políticos y sociales.
AMLO y el pacto social de las transferencias directas
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) propuso un cambio en el discurso político: visibilizar a los más vulnerables y redistribuir recursos mediante transferencias directas. Este modelo tuvo gran aceptación social y creó un fuerte vínculo emocional con los beneficiarios.
Fortalezas y debilidades:
- Fortalezas:
- Llegaron recursos a sectores históricamente marginados.
- Reducción inmediata de carencias básicas.
- Debilidades:
- Sustitución de bienes públicos como educación y salud.
- No fomenta la emancipación económica ni el desarrollo sostenido.
La economía estancada y el autoritarismo político
Durante el primer gobierno de Morena (2018-2024), la tasa de crecimiento anual promedio del PIB fue de solo 0.85%, la más baja en seis sexenios. Aunque los programas sociales se han consolidado como políticas permanentes, no han logrado transformar las estructuras económicas que perpetúan la baja productividad y la segmentación social.
Impactos políticos:
- Concentración del poder en una figura central.
- Debilitamiento de las instituciones democráticas.
- Polarización entre simpatizantes y opositores, erosionando la cohesión social.
¿Qué necesita México para una verdadera transformación?
La solución no radica en mantener el statu quo, sino en una verdadera transformación que libere el potencial creativo y productivo de la mayoría de los mexicanos.
Elementos clave para el cambio:
- Seguridad ciudadana: Un entorno seguro es fundamental para el desarrollo económico y social.
- Educación de calidad: Fomentar la movilidad social y preparar a la población para una economía más competitiva.
- Salud universal: Garantizar el acceso a servicios médicos para todos los mexicanos.
- Justicia fiscal: Un sistema tributario equitativo que redistribuya los recursos de manera eficiente.
- Competencia económica: Reducir el poder de las oligarquías y fomentar la innovación y el emprendimiento.
La polarización política y económica en México no es solo un síntoma del presente, sino el resultado de décadas de exclusión y desigualdad. Las políticas actuales han logrado aliviar ciertas carencias inmediatas, pero no han generado el cambio estructural necesario para un desarrollo inclusivo y sostenible.
El reto es construir un México donde la justicia, la seguridad y la igualdad sean realidades tangibles, y donde la democracia se fortalezca como un espacio de cohesión y progreso. La pregunta clave es: ¿emergirán nuevos actores políticos que impulsen esta visión?
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