En redes sociales los memes se han convertido en parte de la conversación pública, un reflejo de humor, crítica y creatividad popular. Sin embargo, una nueva iniciativa presentada en la Cámara de Diputados podría cambiar las reglas del juego: quien cree o difunda memes, stickers o deepfakes sin consentimiento podría ir a prisión hasta por seis años.
El diputado Armando Corona Arvizu, del Grupo Parlamentario de Morena, presentó en septiembre la llamada “Ley Antistickers”, que busca adicionar los artículos 211 Bis 8 y 211 Bis 9 al Código Penal Federal. El documento ya está disponible en la Gaceta Parlamentaria y plantea sancionar la creación y difusión no autorizada de imágenes, videos, audios o representaciones digitales generadas con edición o inteligencia artificial que vulneren la identidad, voz o imagen de una persona.
¿Qué castigos plantea la iniciativa?
De acuerdo con la propuesta, las penas irían de tres a seis años de prisión y multas de hasta 600 días de salario mínimo.
Las sanciones se incrementarían en un 50 % cuando la víctima sea menor de edad, persona con discapacidad, servidor público en funciones o cuando el contenido se difunda masivamente en redes sociales o plataformas digitales.
Además, la ley contempla un agravante si la publicación causa un impacto comprobable en la vida personal, laboral o psicológica de la víctima.
“El mensaje es claro: la dignidad humana está por encima del morbo, del escarnio y de la viralidad”, sostiene el diputado Corona Arvizu.
Contexto: ciberacoso y deepfakes en aumento
Según datos del INEGI, más de 18.9 millones de usuarios de internet en México fueron víctimas de violencia digital en 2024. Entre los ataques más frecuentes destacan los memes, stickers y videos manipulados con inteligencia artificial utilizados para acosar o ridiculizar a las personas.
Los fraudes digitales también se han disparado. En los últimos dos años, el uso de IA para crear audios falsos o suplantar voces ha aumentado en un 220 %, generando graves afectaciones económicas y emocionales.
Entre la protección y la censura
El diputado morenista argumenta que la propuesta no busca censurar el humor, sino proteger la integridad y salud mental de las personas, especialmente de los menores.
En sus redes sociales, Corona Arvizu compartió casos de niñas, niños y adolescentes que, tras ser víctimas de burlas o montajes con IA, cayeron en depresión o incluso intentaron suicidarse.
También alertó sobre extorsiones con voces clonadas, un delito en auge que mezcla tecnología y engaño.
“Algunos dicen que es censura, pero no lo es. Se trata de cuidar la salud emocional y la seguridad digital”, afirmó.
¿Y la libertad de expresión?
El debate no se ha hecho esperar. Algunos especialistas advierten que la iniciativa podría interpretarse como una forma de limitar la libertad de expresión y la sátira política, pilares fundamentales en una democracia.
Sin embargo, otros sectores consideran que es momento de regular los abusos del entorno digital, donde la frontera entre broma y daño real se ha vuelto cada vez más delgada.
Un reto para la era digital
Si se aprueba, la “Ley Antistickers” colocaría a México entre los primeros países de América Latina en penalizar el uso de contenido digital manipulado sin consentimiento, especialmente cuando se utilicen herramientas de inteligencia artificial.
La iniciativa abre un debate urgente:
¿cómo equilibrar el derecho a la libertad de expresión con la necesidad de proteger la identidad y dignidad en internet?
El futuro de los memes —ese lenguaje universal de las redes— podría estar a punto de cambiar.
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