En 2023, la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se vio envuelta en un fuerte debate sobre la transparencia gubernamental, uno de sus pilares de campaña. Sin embargo, un análisis reciente del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) muestra un panorama contradictorio: durante su mandato, el número de solicitudes de información creció, pero las negativas para proporcionar datos también aumentaron significativamente. Este fenómeno ha suscitado críticas y cuestionamientos sobre si el gobierno de AMLO ha cumplido con su promesa de ser más transparente que sus predecesores, como el expresidente Enrique Peña Nieto (EPN).
Solicitudes y negativas: ¿una democracia opaca?
En 2023, México registró un aumento alarmante en las solicitudes de información ciudadana, alcanzando las 326 mil peticiones. Sin embargo, a la par de este incremento, las negativas también se dispararon, con 19,723 recursos de revisión interpuestos ante el INAI. Esta cifra representa una clara subida con respecto al gobierno de Peña Nieto, quien en su último año de mandato registró 228 mil solicitudes y 13 mil 140 recursos de revisión.
Este aumento en las solicitudes de información refleja el creciente interés de la ciudadanía por conocer los detalles de la administración pública y las acciones de sus autoridades. No obstante, el incremento de las negativas plantea un interrogante crucial: ¿es este un reflejo de un gobierno verdaderamente transparente?
La promesa incumplida de AMLO: transparencia al alcance de todos
Desde el inicio de su mandato, AMLO ha repetido en varias ocasiones que la transparencia es fundamental para fortalecer la democracia. En sus discursos, se ha mostrado firme en la idea de que la información pública debe ser accesible para todos los ciudadanos. Sin embargo, los datos sugieren que el acceso efectivo a la información sigue siendo un reto en su gobierno.
En 2022, el índice de recurrencia de solicitudes de información alcanzó su punto más alto, con un promedio de 5.92, lo que indica que más de la mitad de las solicitudes fueron rechazadas, lo que generó un ambiente de desconfianza en la gestión pública. En comparación, el gobierno de Peña Nieto alcanzó un índice de recurrencia de 4.8 en su último año de gobierno.
El contexto histórico: ¿cómo llegó México a este punto?
La Ley de Transparencia en México tiene sus orígenes en el gobierno de Vicente Fox, quien en 2002 creó el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), la primera entidad encargada de velar por el derecho de los ciudadanos a acceder a la información pública. Sin embargo, a pesar de los avances, la lucha por una mayor transparencia ha sido una constante en la historia reciente de México.
Con la llegada de Enrique Peña Nieto a la presidencia, el IFAI fue transformado en el INAI, un cambio que se presentó como un fortalecimiento de la política de acceso a la información. A pesar de estas reformas, el gobierno de Peña Nieto también enfrentó críticas por la opacidad en algunas de sus decisiones, especialmente en temas de seguridad y corrupción.
Desaparición de órganos autónomos: ¿un retroceso para la transparencia?
Uno de los temas más controversiales de la administración de AMLO es su propuesta de desaparecer diversos órganos autónomos, incluido el INAI. El presidente ha argumentado que estos organismos duplican funciones y representan un gasto innecesario para el gobierno, que podría destinar esos recursos a áreas prioritarias como salud y educación.
«Sería mejor que no existieran», dijo AMLO en 2021 sobre los órganos autónomos, en una declaración que levantó polvo entre defensores de la democracia y la transparencia. La eliminación de estos organismos, incluyendo el INAI, está prevista en el gobierno de Claudia Sheinbaum, quien está a punto de asumir la presidencia.
Los riesgos de la falta de transparencia para la democracia mexicana
La transparencia no es solo un valor ético o moral; es una necesidad para garantizar la rendición de cuentas y la confianza de los ciudadanos en sus gobernantes. La falta de acceso a información pública puede alimentar la desconfianza, lo que a su vez puede afectar la legitimidad de las instituciones democráticas. En un país como México, donde la corrupción ha sido un problema estructural, el acceso a la información se presenta como una herramienta fundamental para combatirla.
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