El 8 de octubre, la Dra. Claudia Sheinbaum, la primera presidenta de México, marcó un hito al presentar ante el Senado una reforma para la igualdad sustantiva. Esta reforma, aprobada por unanimidad y encaminada a revolucionar el acceso a derechos y oportunidades para las mujeres en México, representa un avance en la lucha histórica de miles de mujeres que han trabajado por la equidad. Con la reciente aprobación en el Senado, la reforma pasará a la Cámara de Diputados para su análisis final.
¿Qué implica la igualdad sustantiva en México?
La igualdad sustantiva no es solo igualdad en la ley, sino igualdad en la realidad. La Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres define la igualdad sustantiva como “el acceso al mismo trato y oportunidades para el ejercicio de los derechos humanos y las libertades fundamentales”. La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) refuerza esta idea, destacando que los países deben asegurar condiciones de igualdad en la práctica para que las mujeres gocen de las mismas oportunidades que los hombres.
La reforma propuesta por Sheinbaum aborda las barreras estructurales que han limitado históricamente el acceso de las mujeres a oportunidades y derechos. Al modificar siete artículos de la Constitución (4, 21, 41, 73, 116, 122 y 123), se da un paso significativo hacia una sociedad más justa e inclusiva, donde los derechos de las mujeres y la perspectiva de género se integran a todos los niveles de la administración pública.
¿Cuáles son los cambios que traerá la reforma?
La reforma abarca desde la implementación de la perspectiva de género hasta la erradicación de la brecha salarial. A continuación, se detallan algunos de los aspectos más relevantes:
- Protección contra la violencia de género
Esta reforma busca proteger de manera efectiva el derecho de las mujeres a vivir libres de violencia. Se fortalecerá el enfoque de género en la procuración e impartición de justicia, obligando a las instituciones a contar con fiscalías especializadas en delitos de género. Con esto, se garantizará que las mujeres, niñas y adolescentes reciban justicia y protección adecuadas a nivel federal, estatal y municipal. - Paridad de género en cargos de gobierno
La paridad de género se convierte en un principio fundamental para los nombramientos en Secretarías de Estado, tanto a nivel federal como en estados y municipios. Esto asegurará una representación igualitaria y permitirá que más mujeres ocupen cargos de toma de decisiones, cambiando la estructura de liderazgo en todo el país. - Brecha salarial de género
Uno de los cambios más esperados es la incorporación del concepto de brecha salarial de género, que afecta de manera sistemática a las mujeres. La reforma establece la implementación de mecanismos para erradicar esta disparidad en el sector público y privado, promoviendo una verdadera igualdad en el campo laboral. - Políticas públicas con perspectiva de género
La inclusión de la perspectiva de género en todas las políticas públicas será una obligación para todas las instituciones gubernamentales. Este enfoque permitirá identificar y abordar las desigualdades estructurales, asegurando que los programas y políticas beneficien equitativamente a todas las personas y promuevan condiciones de igualdad para hombres y mujeres.
La Secretaría de las Mujeres: un avance estructural en igualdad
Otro paso importante es la transformación del Instituto Nacional de las Mujeres en la Secretaría de las Mujeres, otorgándole un mayor rango y un nivel de interlocución más alto. Este cambio permitirá a la Secretaría colaborar directamente con los poderes Ejecutivo y Legislativo, y trabajar de forma transversal en políticas de género, prevención de violencia y promoción de derechos.
La nueva Secretaría de las Mujeres no solo supervisará la implementación de estas políticas en todo el país, sino que también será la encargada de consolidar un Sistema de Cuidados que alivie la carga histórica de las mujeres en labores de cuidado. Con este sistema, se busca que todas las personas tengan acceso a servicios de cuidado de calidad, promoviendo así una redistribución equitativa de las responsabilidades de cuidado.
¿Por qué esta reforma es un hito para las mujeres en México?
Esta reforma es más que un cambio en la Constitución; es el reflejo de una lucha histórica liderada por mujeres en todo el país. Miles de activistas, legisladoras, académicas y organizaciones han trabajado durante años para visibilizar las desigualdades y exigir un cambio en la estructura política y social de México. La reforma de Sheinbaum representa un triunfo colectivo que honra a todas esas mujeres y reafirma el compromiso de México con la igualdad de género.
El camino hacia la igualdad ha sido largo y está marcado por avances significativos que sentaron las bases para esta reforma. Desde la Ley de Igualdad de Género en 2006 hasta la paridad en candidaturas en 2019, cada paso ha sido crucial para consolidar un marco de derechos para las mujeres en México. Con la reforma propuesta, el país da un paso más hacia una sociedad que garantice a las mujeres igualdad de oportunidades y derechos en la vida cotidiana.
Un cambio que impactará a generaciones futuras
El impacto de esta reforma no se limita al presente; sus beneficios se proyectan a largo plazo. La inclusión de la perspectiva de género, la erradicación de la brecha salarial y la creación de políticas de protección contra la violencia contribuirán a construir un México más justo e igualitario para las próximas generaciones. Para las niñas y jóvenes mexicanas, este cambio simboliza la posibilidad de crecer en una sociedad que valore y respete sus derechos.
El sexenio de las mujeres
Con esta histórica reforma, Claudia Sheinbaum sienta las bases para un sexenio que marcará la diferencia en la vida de las mujeres en México. La igualdad sustantiva no es solo un objetivo, sino una responsabilidad compartida que requiere el compromiso de todos los sectores de la sociedad. Con una reforma de esta magnitud, México demuestra que está listo para abrazar el cambio y construir un futuro donde todas las personas tengan las mismas oportunidades.
La lucha por la igualdad no termina aquí; más bien, esta reforma es el comienzo de un esfuerzo continuo para asegurar que la igualdad de género se convierta en una realidad en cada rincón del país. Para las mujeres en México, este es el momento de alzar la voz y aprovechar las nuevas oportunidades que esta reforma traerá, construyendo juntas un México más fuerte y equitativo.


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