Fue este 3 de diciembre de 2024 cuando la política surcoreana vivió un acontecimiento sin precedentes luego de que el presidente Yoon Suk Yeol sorprendiera al declarar la «ley marcial de emergencia», acusando a la oposición de frenar el progreso del país y de aliarse con el régimen de Corea del Norte. Este pronunciamiento se produjo en medio de una profunda crisis política que ha paralizado al gobierno y generado tensiones entre los principales partidos del país.
En su discurso, Yoon subrayó que su decisión fue una medida drástica para «salvaguardar una Corea del Sur liberal», haciendo referencia a lo que él considera un intento de la oposición de debilitar la democracia surcoreana al sabotear los proyectos de ley y la agenda del gobierno.
¿Qué llevó a la declaración de la ley marcial?
El conflicto comenzó a gestarse debido a una disputa entre el conservador Partido del Poder Popular (PPP) de Yoon y el progresista Partido Democrático, que controla el Parlamento. La oposición, a través de un comité parlamentario, aprobó una versión muy recortada del presupuesto para 2025, lo que agudizó la crisis económica y política del país. La falta de acuerdo sobre el presupuesto generó bloqueos legislativos, lo que, según el presidente, «estaba afectando las funciones básicas del gobierno, incluyendo la seguridad pública y el combate al crimen organizado».
A lo largo de su discurso, Yoon destacó cómo la oposición estaba desmantelando los presupuestos esenciales, lo que ponía en riesgo la estabilidad y la seguridad de Corea del Sur. «La Asamblea Nacional se ha convertido en un refugio para delincuentes», señaló el presidente, acusando a los opositores de ser «fuerzas antiestatales» que querían derrocar al gobierno.
Reacciones inmediatas a la ley marcial
La respuesta a la declaración de ley marcial fue inmediata y fuerte. Líderes de la oposición, incluidos miembros del propio Partido del Poder Popular, calificaron la medida de «ilegítima» e «inconstitucional». El líder del Partido Democrático, Lee Jae-myung, consideró que la acción de Yoon era un ataque directo contra la democracia surcoreana. «Este es un golpe de estado disfrazado de ley marcial», expresó Lee durante una reunión de emergencia de su partido.
La comunidad internacional también reaccionó con sorpresa y preocupación ante la escalada de tensión. Muchos analistas políticos temen que la medida podría poner en peligro el sistema democrático surcoreano, al tiempo que abre un camino incierto para la estabilidad política del país.
¿Qué implica la ley marcial para el futuro de Corea del Sur?
La decisión de Yoon de imponer la ley marcial plantea varias preguntas sobre el futuro de la gobernanza en Corea del Sur. Mientras que algunos ven en la medida una forma de restaurar el orden y frenar lo que perciben como una parálisis legislativa peligrosa, otros temen que se convierta en un abuso de poder por parte del presidente.
En su discurso, Yoon prometió «eliminar las fuerzas antiestatales» y normalizar la situación en el país, pidiendo a la ciudadanía que apoyara su medida, a pesar de los «inconvenientes» que pudiera generar. La ley marcial de emergencia, que incluyó el cierre de la Asamblea Nacional y un despliegue militar en Seúl, representa un giro significativo en la política surcoreana y podría tener repercusiones en el escenario internacional.
Los desafíos políticos de Yoon Suk Yeol
El presidente Yoon Suk Yeol asumió el cargo en 2022 con la promesa de fortalecer la seguridad nacional y restaurar la confianza en las instituciones. Sin embargo, desde su llegada al poder, ha enfrentado constantes obstáculos, especialmente en la Asamblea Nacional, donde el Partido Democrático controla una mayoría significativa.
El reciente fracaso para aprobar el presupuesto de 2025 no es el único desafío que enfrenta Yoon. También ha tenido dificultades para implementar su agenda debido a las continuas disputas con la oposición sobre temas como la reforma judicial y las investigaciones sobre figuras clave de su gobierno. Los opositores le acusan de utilizar su poder para proteger a sus aliados cercanos, lo que ha alimentado las tensiones políticas.
La declaración de ley marcial por parte de Yoon Suk Yeol marca un punto de inflexión en la política surcoreana. Mientras algunos creen que la medida es necesaria para restaurar el orden y la seguridad, otros temen que sea el principio de un periodo autoritario. La respuesta de la oposición, así como las reacciones internacionales, serán clave para determinar cómo se desarrollará la situación en los próximos días y si la democracia surcoreana podrá mantenerse firme ante estos desafíos.
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