Cancelación de pasaporte diplomático a Eduardo Bolsonaro marca un nuevo episodio en la crisis política y judicial que atraviesa Brasil tras los hechos relacionados con el intento de golpe de Estado. La medida fue adoptada luego de que el hijo del expresidente Jair Bolsonaro perdiera su escaño como diputado y se trasladara a Estados Unidos, en un contexto de investigaciones y condenas que alcanzan a figuras clave del antiguo gobierno.

La decisión fue tomada por la Cámara de Diputados de Brasil, que no solo revocó el mandato legislativo de Eduardo Bolsonaro, sino también el de Alexandre Ramagem, exdirector de la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin). Ambos quedaron sin pasaporte diplomático tras acumular ausencias injustificadas y abandonar el país en medio del proceso judicial por los hechos que pusieron en jaque al sistema democrático brasileño.
Revocación de escaños y consecuencias legales inmediatas
La pérdida de los escaños parlamentarios fue el primer paso que desencadenó una serie de consecuencias legales y administrativas. El pasado jueves, la Cámara de Diputados determinó que Eduardo Bolsonaro y Alexandre Ramagem incurrieron en ausencias excesivas, lo que derivó en la cancelación automática de sus cargos legislativos.
Un día después, el órgano legislativo avanzó con la revocación de los pasaportes diplomáticos, un beneficio exclusivo para funcionarios en activo. La notificación fue enviada mediante un oficio oficial de la Segunda Secretaría de la Cámara, instancia responsable de la expedición y cancelación de documentos oficiales de viaje.
Por qué se canceló el pasaporte diplomático
El pasaporte diplomático no es un derecho vitalicio, sino una prerrogativa ligada al cargo público. Al perder sus escaños, tanto Eduardo Bolsonaro como Ramagem dejaron de cumplir los requisitos legales para conservar este documento.
En el caso de Eduardo Bolsonaro, la justicia lo investiga por presuntamente intentar obstruir desde el extranjero el proceso judicial contra su padre. Alexandre Ramagem, por su parte, ya fue condenado a más de 16 años de prisión por su participación directa en la trama del intento de golpe de Estado.
La medida también se extendió a los familiares directos de ambos exdiputados, a quienes igualmente se les retiraron los documentos diplomáticos emitidos bajo su amparo.
Reacción de Eduardo Bolsonaro y discurso político
Tras conocerse la decisión, Eduardo Bolsonaro utilizó sus redes sociales para denunciar lo que calificó como un intento de limitar su libertad de movimiento. Afirmó que la cancelación de su pasaporte diplomático busca impedirle viajar al extranjero y sugirió que las autoridades judiciales podrían exigir también la entrega de su pasaporte ordinario.
Estas declaraciones se suman a una narrativa recurrente de persecución política que el entorno del expresidente Jair Bolsonaro ha utilizado desde que comenzaron las investigaciones. Sin embargo, las autoridades brasileñas sostienen que se trata de una consecuencia administrativa directa de la pérdida del cargo y del avance de los procesos judiciales.
El contexto del caso Bolsonaro y el intento de golpe de Estado
La situación de Eduardo Bolsonaro no puede entenderse sin el contexto del fallo histórico contra su padre. El expresidente Jair Bolsonaro fue condenado a 27 años y tres meses de prisión tras ser declarado culpable de organizar una trama para mantenerse en el poder.
Entre los delitos acreditados se encuentran golpe de Estado, abolición del Estado de derecho, organización criminal armada, daños agravados a la propiedad pública y deterioro del patrimonio histórico. Esta sentencia marcó un antes y un después en la política brasileña, al enviar un mensaje contundente sobre la defensa del orden democrático.
Impacto político y mensaje institucional
La cancelación de pasaportes diplomáticos a figuras de alto perfil refuerza la postura de las instituciones brasileñas frente a los intentos de evasión de la justicia. Para analistas políticos, esta medida subraya que los privilegios del cargo no pueden utilizarse como escudo frente a responsabilidades penales.
Además, el caso evidencia una estrategia institucional orientada a evitar que personas investigadas o condenadas utilicen estatus oficiales para residir o desplazarse en el extranjero, lo que podría dificultar su comparecencia ante la justicia.

Un precedente en la política brasileña
La cancelación de pasaporte diplomático a Eduardo Bolsonaro sienta un precedente relevante en Brasil. Más allá de la coyuntura política, el episodio refuerza la separación entre funciones públicas y beneficios personales, y envía una señal clara sobre los límites del poder político en una democracia.
Mientras avanzan los procesos judiciales y se redefine el mapa político del país, este caso seguirá siendo un referente sobre cómo las instituciones brasileñas responden ante desafíos directos al Estado de derecho y la legalidad constitucional.


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