Bienestar financiero es el punto de partida para entender cómo está cambiando la forma en que las personas y las empresas se preparan para el futuro. Hoy, la longevidad, la transformación del mercado laboral y la ruptura de los modelos familiares tradicionales están redefiniendo el concepto de retiro. Ya no se trata solo de dejar de trabajar, sino de garantizar estabilidad, autonomía y calidad de vida durante más años, lo que hace indispensable una planeación financiera sólida y de largo plazo.

Durante décadas, la jubilación siguió un camino predecible: educación, empleo estable, familia y retiro. Sin embargo, ese modelo comenzó a fracturarse. Las nuevas generaciones enfrentan trayectorias profesionales menos lineales, mayor movilidad laboral y un entorno económico más cambiante. En este escenario, el bienestar financiero se convierte en una herramienta estratégica para anticipar riesgos y construir seguridad futura.
Un retiro más largo y un sistema bajo presión
Uno de los factores clave en esta transformación es la longevidad. En México, la esperanza de vida pasó de 72 años en 1990 a más de 76 en 2025, y se proyecta que alcance los 81 años en 2050. Vivir más años implica también enfrentar un retiro más prolongado, con mayores necesidades de ingreso, salud y protección financiera.
A esto se suma un desafío demográfico importante: de acuerdo con la OCDE, para 2050 habrá 78 jubilados por cada 100 trabajadores activos en México. Esta proporción ejercerá una fuerte presión sobre los sistemas públicos de pensiones y obligará a las personas a asumir un rol más activo en su ahorro y previsión.
El cambio en las estructuras familiares también influye. El número de hijos por mujer se redujo drásticamente, pasando de 6.8 en 1970 a 1.7 en 2025. Esto debilita el apoyo intergeneracional tradicional y refuerza la necesidad de planear la vejez de forma independiente, con estrategias financieras claras.
Bienestar financiero como prioridad empresarial
En este contexto, el bienestar financiero dejó de ser un beneficio opcional para convertirse en un elemento central de la estrategia corporativa. Ismael Díaz, Director de Corporate Solutions de SURA Investments, señala que las empresas han comprendido que la estabilidad económica es uno de los factores más valorados por los colaboradores. Ofrecer herramientas de ahorro, inversión y planeación no solo mejora la calidad de vida, sino que también fortalece la atracción y retención de talento.
Aunque la informalidad laboral sigue siendo un reto —con más del 54% de la población ocupada—, el empleo formal continúa siendo el principal canal para acceder a beneficios financieros como fondos de ahorro, planes privados de pensiones y esquemas de inversión complementarios. Estos instrumentos permiten a los trabajadores construir patrimonio y reducir la incertidumbre sobre su futuro.
Un entorno económico que abre oportunidades
El panorama macroeconómico también juega un papel relevante. México ha mantenido un crecimiento del PIB de entre 2% y 3%, con un ingreso disponible que aumenta entre 6% y 8% anual en diversos segmentos. Además, el nearshoring ha impulsado la creación de empleos formales, fortaleciendo el mercado de beneficios corporativos y ampliando las oportunidades de inversión de largo plazo.
Ante una jubilación más incierta y una mayor expectativa de vida, las organizaciones tienen la oportunidad —y la responsabilidad— de promover la educación financiera. La asesoría especializada y los planes corporativos bien estructurados se consolidan como herramientas clave para ofrecer estabilidad, seguridad y visión de futuro a los colaboradores.
La propuesta de SURA Investments
En este escenario, SURA Investments se posiciona como un aliado estratégico para empresas en México y América Latina. Con más de 25 años de experiencia en la región, la firma diseña soluciones corporativas de ahorro e inversión enfocadas en fortalecer el bienestar financiero de los colaboradores y optimizar la gestión para las áreas de Recursos Humanos.
Su propuesta incluye la administración de fondos de ahorro, planes privados de pensiones y cajas de ahorro; portafolios de inversión adaptados a distintos perfiles; individualización de cuentas y reportes personalizados; acompañamiento permanente y estrategias de comunicación para fomentar una cultura de ahorro e inversión; así como soporte continuo para mejorar la adopción de beneficios financieros.
Este enfoque integral permite a las empresas construir relaciones de largo plazo con sus colaboradores, ofreciendo no solo estabilidad económica, sino también tranquilidad emocional y mayor compromiso organizacional.

Repensar el retiro desde hoy
La jubilación ya no es un destino uniforme, sino una etapa que requiere preparación, flexibilidad y una visión integral. El reto va más allá del dinero: incluye bienestar emocional, propósito y calidad de vida. En este proceso, las empresas y las instituciones financieras cumplen un rol clave al acompañar a las personas en la construcción de un futuro más seguro.
Invertir en bienestar financiero hoy marca la diferencia entre simplemente vivir más años o vivirlos con plenitud. La planeación consciente y el apoyo de soluciones especializadas son el camino para enfrentar con éxito el retiro del mañana.


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