Venezuela ha elevado el tono frente a Washington al exigir acciones legales internacionales contra Estados Unidos por los recientes ataques a embarcaciones en el Caribe y el Pacífico. Según el canciller Yván Gil, estos hechos —que ya han dejado 76 muertos— constituyen una violación flagrante del derecho internacional, encendiendo las alarmas sobre un posible conflicto diplomático y jurídico de gran escala.
Una denuncia que coloca al derecho internacional en el centro del conflicto
Durante la instalación del Congreso Internacional de Juristas por la Soberanía y la Paz, celebrado en Caracas, el canciller Yván Gil fue contundente: los ataques perpetrados desde el 2 de septiembre por buques de guerra estadounidenses representan una “responsabilidad penal” y deben ser atendidos por la comunidad internacional.
Gil enfatizó que la situación “amerita una acción política y judicial”, acusando a Estados Unidos de actuar al margen del sistema legal global. Para el Gobierno venezolano, estos hechos no solo constituyen una agresión directa, sino una amenaza contra la estabilidad regional, una acusación que aumenta la tensión diplomática entre ambos países.
Ataques en el Caribe: una crisis que suma 76 muertos
El conflicto tomó mayor relevancia tras confirmarse que los ataques a embarcaciones, registrados tanto en el Caribe como en el Pacífico, han dejado 76 víctimas fatales. De acuerdo con la versión venezolana, estas acciones se llevaron a cabo bajo el pretexto de luchar contra el narcotráfico, argumento que Caracas rechaza de forma categórica.
La presencia de buques de guerra estadounidenses desde principios de septiembre habría desencadenado múltiples incidentes, incrementando el nivel de riesgo en la región y afectando a embarcaciones civiles y pesqueras, lo cual genera preocupación en diversos sectores del derecho marítimo internacional.
Venezuela acusa a Estados Unidos de buscar recursos petroleros
Para el canciller venezolano, los ataques no son hechos aislados, sino parte de una estrategia de “agresión” con motivaciones económicas. Gil aseguró que Washington busca controlar los recursos petroleros de Venezuela, “la mayor riqueza petrolera del planeta”.
Este discurso forma parte de la narrativa oficial del Gobierno de Caracas, que desde hace años denuncia un supuesto plan estadounidense para intervenir políticamente en el país. La acusación resuena dentro del Congreso de Juristas, un foro internacional que busca respaldar la postura venezolana y denunciar los hechos ante organismos globales.
Un riesgo para el sistema internacional nacido tras la Segunda Guerra Mundial
En su intervención, Gil advirtió que lo que está ocurriendo no solo afecta a Venezuela, sino al orden internacional establecido desde 1945 con el nacimiento del Sistema de Naciones Unidas. Según sus palabras, el comportamiento de Estados Unidos “se configura como una agresión contra la humanidad entera”, poniendo en duda el respeto a los mecanismos que regulan la paz y la soberanía de los Estados.
El canciller sostuvo que si estos hechos no son investigados ni sancionados, podrían sentar un precedente peligroso, donde el uso de la fuerza militar en zonas marítimas se normalice sin supervisión ni consecuencias jurídicas.

Un conflicto que podría escalar a escenarios jurídicos internacionales
La demanda de Venezuela apunta a activar mecanismos en cortes internacionales y organismos multilaterales, incluidos potencialmente la Corte Internacional de Justicia (CIJ) o el Consejo de Seguridad de la ONU, aunque la influencia estadounidense en estas instituciones complica el panorama.
Sin embargo, el Gobierno de Caracas apuesta a que el respaldo de juristas internacionales y el impacto humanitario de los ataques generen presión suficiente para abrir una investigación formal, lo cual marcaría un precedente en la región.
Por ahora, ni Washington ni sus aliados han emitido respuesta contundente, pero la tensión en las aguas del Caribe continúa creciendo, convirtiéndose en uno de los focos geopolíticos más sensibles de la región.
Un conflicto que redefine la disputa geopolítica en el Caribe
La exigencia de acciones legales internacionales por parte de Venezuela abre un nuevo capítulo en las ya tensas relaciones con Estados Unidos. Mientras Caracas denuncia una violación del derecho internacional y una amenaza contra el sistema global, Washington sostiene su argumento de lucha contra el narcotráfico.
La magnitud del conflicto, sumada a las 76 muertes registradas, coloca a la región en un escenario delicado donde el derecho, la política y la geoestrategia se entrelazan. El desenlace dependerá del papel que juegue la comunidad internacional y de la capacidad de ambos países para evitar una escalada mayor.


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