Tokio alcanzó este miércoles un hito histórico: diez días consecutivos con temperaturas superiores a los 35°C, según informó la Agencia Meteorológica de Japón. Es la primera vez desde 1875 que se registra una racha similar, destacando la intensificación de las olas de calor en la capital nipona.
Este récord no solo refleja cifras, sino que afecta directamente la vida cotidiana: desde la transporte público hasta la salud de los ciudadanos, pasando por alteraciones en la energía eléctrica debido al incremento del uso de aire acondicionado.
Impacto en la salud y la vida urbana
Los expertos advierten que el calor extremo prolongado aumenta el riesgo de golpes de calor, deshidratación y complicaciones en personas mayores. Centros de salud y hospitales locales han reportado un aumento de consultas relacionadas con el calor, mientras las autoridades instan a la población a mantenerse hidratada y evitar la exposición directa al sol.
Las escuelas y empresas también adaptan sus horarios: muchas han adelantado actividades o implementado pausas para reducir la exposición al calor. Además, el sistema de transporte público ha tenido que reforzar servicios para evitar interrupciones debido al calor que afecta infraestructuras como rieles y cables.
Cambio climático y olas de calor más frecuentes
Los científicos señalan que este fenómeno es un ejemplo claro de los efectos del cambio climático causado por el ser humano. Japón ha registrado este año los meses de junio y julio más calurosos de su historia, superando incluso los registros del verano anterior.
El verano de 2024 igualó al de 2023 como el más caluroso jamás registrado, seguido de un otoño que también rompió récords de temperatura. Estas cifras refuerzan la necesidad de estrategias de adaptación urbana, incluyendo infraestructura resiliente y sistemas de alerta temprana para proteger a la población.
Consejos de prevención ante la ola de calor
- Mantenerse hidratado y evitar la exposición directa al sol durante las horas más calientes.
- Usar ropa ligera y proteger la piel con sombreros y protector solar.
- Vigilar a niños y adultos mayores, grupos más vulnerables al calor extremo.
- Reducir la actividad física intensa durante el pico de calor.
- Monitorear alertas meteorológicas y seguir recomendaciones de autoridades locales.


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