Un incidente aparentemente menor ha escalado a un conflicto diplomático entre Argentina y Rusia. La negativa de dos diplomáticos rusos a someterse a una prueba de alcoholemia en Buenos Aires durante Navidad ha puesto en jaque el cumplimiento de las normas internacionales y ha encendido las tensiones entre ambas naciones.
Los hechos que desataron el conflicto
El episodio ocurrió en el barrio de Recoleta, cuando agentes de tránsito detuvieron a dos vehículos con matrícula diplomática rusa. Según el procedimiento, solicitaron a los conductores realizar una prueba de alcoholemia, pero estos se ampararon en la inmunidad diplomática para negarse a bajar del auto e incluso abrir las ventanas.
Los diplomáticos permanecieron encerrados en sus vehículos durante horas, lo que llevó a la embajada rusa a presentar una carta de protesta al Gobierno argentino. Según Alexander Stebunian, portavoz de la embajada, el incidente representó una «grave violación del derecho internacional«.
La respuesta del Gobierno argentino
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró que no se violó la Convención de Viena, ya que los vehículos no fueron requisados ni los diplomáticos obligados a descender. Aclaró que el procedimiento se alargó para evitar conflictos legales y que la Policía Federal Argentina escoltó a los diplomáticos de regreso a su embajada.
Bullrich también señaló que «el ideal en estas circunstancias es poder llevar adelante el control», pero reconoció que la inmunidad diplomática genera limitaciones.
¿Qué establece la Convención de Viena?
La Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas garantiza la inviolabilidad de los vehículos diplomáticos, considerando que forman parte del territorio de la nación representada. Esto implica que no pueden ser registrados ni embargados, y que sus ocupantes están protegidos contra cualquier acción judicial mientras actúen en calidad oficial.
Este marco jurídico fue clave para que el Gobierno argentino decidiera no avanzar con la requisa de los vehículos, a pesar de las dificultades operativas generadas.
Implicaciones para las relaciones entre Argentina y Rusia
Aunque el portavoz presidencial minimizó el incidente, calificándolo como un «procedimiento para aclarar la situación«, el hecho ya ha encendido debates sobre la aplicación de la inmunidad diplomática en casos como este.
Expertos aseguran que este tipo de tensiones, aunque aisladas, podrían generar roces en las relaciones bilaterales entre ambos países. Por otro lado, el respeto al marco jurídico internacional también refuerza la imagen de Argentina como un país comprometido con el cumplimiento de acuerdos diplomáticos.
Este incidente subraya la delicada relación entre la diplomacia y la ley local, donde el equilibrio entre la inmunidad y el cumplimiento de normas es complejo. Si bien las autoridades argentinas lograron manejar la situación sin mayores consecuencias, el caso refleja los desafíos inherentes a la convivencia de las leyes internacionales con la soberanía nacional.
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