El Canciller de Alemania, Friedrich Merz, ha desatado una ola de indignación con un polémico comentario para justificar la negativa a izar la bandera del Orgullo LGTBIQ+ en el edificio del Bundestag. Su frase, «el Bundestag no es un circo», ha sido calificada de «inapropiada» y «peligrosa» por opositores y colectivos.
Una sola frase ha bastado para encender una tormenta política y social en Alemania. El Canciller Friedrich Merz (CDU) ha provocado una furiosa reacción tras realizar unas controvertidas declaraciones en las que defendía la decisión de no izar la bandera arcoíris en el Reichstag, sede del parlamento alemán, durante la celebración del Christopher Street Day (CSD), el día del Orgullo en Berlín.
En una entrevista televisiva, al ser preguntado por la decisión de la Presidenta del Bundestag, Julia Klöckner (también de la CDU), Merz respondió de forma tajante:
«Der Bundestag ist ja nun kein Zirkuszelt, auf dem man beliebig Fahnen hisse.»
«El Bundestag no es un circo en el que se puedan izar banderas a voluntad.» – Friedrich Merz, Canciller de Alemania.
Merz argumentó que en el parlamento solo deben ondear la bandera alemana y la europea, y que la decisión de Klöckner era «correcta». Señaló que la bandera del Orgullo ya se iza un día al año, el 17 de mayo, Día Internacional contra la Homofobia, y que eso es suficiente.
Una Ola de Indignación
La elección de la palabra «Zirkuszelt» (carpa de circo) ha sido interpretada como un desprecio deliberado hacia la comunidad LGTBIQ+ y ha desatado una condena generalizada.
- * Comunidad LGTBIQ+: La Queerbeauftragte (Comisionada para asuntos Queer) del gobierno, Sophie Koch, respondió con dureza: «¿Si la bandera arcoíris es la de una carpa de circo, qué somos entonces las personas queer? ¿Animales de circo que hacemos el ridículo para divertir al público?». Alfonso Pantisano, su homólogo en el Senado de Berlín, acusó a Merz de «echar leña al fuego del odio» y de ser «cómplice de la brutalización de la sociedad».
- * Oposición Política: Los partidos de la oposición, como Los Verdes y La Izquierda, calificaron la declaración de «inapropiada» y «peligrosa», argumentando que ridiculiza la lucha por la visibilidad en un momento en que la violencia contra las personas queer está en aumento en Alemania.
- * Críticas Internas: La polémica ha traspasado las líneas partidistas. Incluso Lisa Knack, portavoz para asuntos queer del propio partido de Merz, la CDU, calificó la expresión de «muy desafortunada», reconociendo que la palabra «circo» era ofensiva en este contexto.
¿Error o Estrategia de «Guerra Cultural»?
Más allá de la polémica, muchos analistas ven en las palabras de Merz no un simple error, sino una estrategia política calculada. En un movimiento que recuerda a las tácticas de «guerra cultural» de la política estadounidense, Merz parece estar utilizando un tema simbólico para movilizar a su base electoral más conservadora y posicionarse como un defensor de los símbolos nacionales tradicionales frente a lo que perciben como una agenda progresista.
Al usar un lenguaje deliberadamente despectivo, Merz envía un «silbato para perros» (un mensaje codificado) a los votantes preocupados por los cambios sociales, mientras polariza el debate público. Este incidente es un claro ejemplo de la creciente «americanización» de la política europea, donde los enfrentamientos simbólicos sobre identidad y cultura se están convirtiendo en una herramienta cada vez más común para ganar poder, a menudo a costa del debate político sosegado y la cohesión social.
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