En medio de una devastación sin precedentes, más de 69 mil palestinos han muerto desde que Israel inició su ofensiva en Gaza. Los hospitales, desbordados y con escasos recursos, siguen recuperando cuerpos de entre los escombros semanas después del alto el fuego del 10 de octubre.
El Ministerio de Salud de Gaza confirmó que la cifra asciende a 69,169 fallecidos, tras la identificación de cadáveres previamente no reconocidos. La tregua, negociada para frenar la escalada, ha permitido intercambios de cuerpos entre Israel y Hamas, pero la violencia persiste tanto en Gaza como en Cisjordania.
El intercambio de cuerpos: una tregua marcada por la muerte
Este sábado, Israel devolvió los cuerpos de 15 palestinos, un día después de que insurgentes palestinos entregaran los restos de un rehén israelí, Lior Rudaeff, voluntario argentino radicado en el kibutz Nir Yitzhak. Rudaeff murió durante el ataque de Hamas en octubre de 2023.
El acuerdo establece que por cada rehén israelí devuelto, Israel entregará los cuerpos de 15 palestinos. Hasta ahora, Hamas ha devuelto los restos de 23 rehenes, mientras Israel ha entregado más de 300 cuerpos palestinos.
Pese a la tregua, la violencia no se ha detenido. En las últimas jornadas, el Ministerio de Salud de Gaza registró 241 nuevas muertes desde que el alto el fuego entró en vigor. Funcionarios locales aseguran que la mayoría son víctimas de ataques israelíes dirigidos contra presuntos militantes.
Violencia de colonos: otra herida abierta en Cisjordania
Mientras tanto, la violencia de colonos israelíes alcanza niveles récord en Cisjordania. Grupos armados atacaron este fin de semana a agricultores, paramédicos y periodistas palestinos durante la cosecha de aceitunas, un periodo tradicionalmente tenso.
Paramédicos confirmaron al menos 11 heridos en la ciudad de Beita, y la Media Luna Roja Palestina reportó otro ataque en Burin, donde resultaron lesionados activistas internacionales y un hombre de 57 años.
Desde octubre, la ONU documenta más de 260 agresiones de colonos contra palestinos y sus propiedades, la cifra mensual más alta desde 2006. Los arrestos por estos crímenes son excepcionales: apenas el 3.8% de los casos llega a juicio, según datos oficiales israelíes.
Una tregua en equilibrio: entre la esperanza y la desesperación
El intercambio de cuerpos refleja un intento por mantener viva una tregua que pende de un hilo. Los equipos médicos en Gaza trabajan con recursos mínimos, sin acceso a pruebas de ADN, lo que dificulta identificar a miles de víctimas.
A pesar del cese temporal de hostilidades, los ataques aéreos y los enfrentamientos continúan, mientras familias enteras siguen desaparecidas bajo los escombros. El dolor se acumula con cada nombre añadido a la lista de muertos.
En Cisjordania, la tensión social se multiplica. Agricultores, voluntarios y periodistas enfrentan el riesgo constante de agresiones, mientras la comunidad internacional pide medidas para frenar la violencia y reactivar el diálogo entre Israel y Hamas.
El costo humano del conflicto
La guerra iniciada tras el ataque de Hamas en octubre de 2023 —que dejó 1,200 muertos en Israel y 251 rehenes— se ha convertido en la más mortífera de la historia reciente de la región.
Más allá de las cifras, miles de familias viven sin acceso a electricidad, agua potable ni atención médica básica. En hospitales colapsados, los médicos de Gaza continúan registrando nombres, edades y causas de muerte, intentando preservar la identidad de quienes ya no están.
El alto el fuego, aunque tambaleante, es hoy la única línea que separa la vida de una nueva catástrofe.
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