sábado, diciembre 20, 2025

Cierre del gobierno en EE.UU. deja sin salario a trabajadores de bases militares

Cuando el reloj marcó el inicio del más largo cierre del gobierno federal de Estados Unidos, en Europa, miles de trabajadores locales en bases militares estadounidenses sintieron de inmediato las consecuencias. En Italia, Portugal, Alemania y otros países que albergan instalaciones de EE.UU., más de 2 000 empleados están presentándose a sus trabajos sin haber cobrado un solo euro o dólar en varias semanas.

La actividad no se ha detenido: los operarios de mantenimiento, los responsables de logística, los encargados de alimentación siguen cumpliendo sus labores, pero la nómina no llega. Los contratos continúan, pero los pagos han quedado en el limbo.

Las bases y la paradoja del servicio sin salario

En la base aérea de Aviano, en el noreste de Italia, unos 900 trabajadores locales no han recibido pago desde que comenzó el cierre. En la base de Livorno otros 400 enfrentan la misma situación.

“Estamos esperando respuestas urgentes, porque no podemos pagar hipoteca, combustible, colegio de los hijos”, declara un coordinador sindical.

En Portugal, en la base de Lajes Field (Azores), más de 360 trabajadores siguen laborando sin remuneración mientras el gobierno regional concede un préstamo provisional para intentar asumir el pago.

Alemania, por su parte, intervino y asumió temporalmente el salario de casi 11 000 empleados civiles en bases de EE.UU., lo que evidencia diferencias significativas entre países anfitriones en el trato y capacidad de reacción.

¿Por qué esta situación? Contratos, dependencia y parálisis

Los trabajadores locales en bases de EE.UU. suelen estar contratados por empresas privadas que subcontratan con el Departamento de Defensa o por acuerdo con gobiernos anfitriones.

Durante el cierre, los recursos federales estadounidenses quedan congelados. Contratos pueden seguir en letra, pero los pagos se atrasan, los procesos administrativos se estancan, y los empleados —sobre todo en el extranjero— quedan en una situación vulnerable.

La agencia que informó sobre los efectos domésticos del cierre menciona que los contratistas enfrentan demoras de pago, suspensión de trabajo y alto riesgo financiero. En el extranjero, la dependencia de fondos estadounidenses agrava la crisis.

Impacto humano: más allá del contrato

La rutina laboral sin pago introduce estrés, ansiedad y vulnerabilidad financiera. Hipotecas sin poder pagarse, transporte diario que cuesta y que nadie asumirá, familias enteras que se preguntan por qué cumplen mientras no cobran.

En base tras base, la moral se resiente. Presentarse todos los días a un empleo al que no se le reconoce su remuneración equivale a una forma de voluntariado forzado.

El silencio oficial de Washington agrava la sensación de abandono. Una declaración breve, una promesa vaga, nada concreto. Mientras tanto, los trabajadores esperan.

Qué se puede hacer y qué se espera

Algunos gobiernos europeos han intervenido: Alemania pagó provisionalmente; España también actuó en sus bases. Pero la solución definitiva depende de que EE.UU. restablezca sus fondos y normalice los contratos.

Los trabajadores locales exigen claridad, respaldo legal y protección. Los sindicatos llaman a los gobiernos anfitriones a exigir un acuerdo o compensación.

Mientras tanto, el cierre del gobierno sigue, y cada día sin pago es un empeoramiento de su situación. La atención al impacto internacional del cierre es menor, pero es real y humano.

Owen Michell
Owen Michell
Owen Michell es nuestro editor especializado en noticias digitales, con un profundo conocimiento en identificar tendencias y desarrollar contenido de consulta. Su experiencia en el panorama digital le permite brindar información relevante y atractiva para nuestra audiencia. Su pericia en el ámbito de las noticias digitales contribuye a la autoridad y actualidad de nuestro sitio.
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