En México, Jarritos es más que un refresco; es un símbolo cultural que acompaña comidas y reuniones desde hace más de 70 años. Creado por el químico Francisco ‘El Güero’ Hill Ávalos, la bebida surgió con la idea de embotellar el espíritu de las aguas frescas mexicanas en una versión moderna y accesible, combinando ciencia, tradición y sabor natural.
Origen de Jarritos
La historia comenzó en la década de 1950, cuando Hill transformó su comedor en un laboratorio casero, experimentando con sabores y agua carbonatada. Su primer intento, un refresco de café, no prosperó, pero fue la base para futuras creaciones. Inspirado en las aguas frescas frutales, desarrolló métodos caseros de extracción de jugos y gasificación hasta lograr sabores auténticos y naturales.
Expansión internacional
Hoy, Jarritos se vende en más de 45 países, incluido Corea del Sur, donde jóvenes lo han viralizado en redes sociales. Los sabores originales como mandarina, lima, tamarindo y piña han mantenido la esencia artesanal del refresco, mientras que la marca conserva su identidad mexicana y su nombre rinde homenaje a los jarros de barro tradicionales.
Conexión con Carlos Slim
Curiosamente, Jarritos comparte nombre con la primera empresa de Carlos Slim, “Embotelladora Jarritos del Sur”, que impulsó su trayectoria empresarial, marcando un vínculo entre la historia de la bebida y el desarrollo empresarial mexicano.


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