El domingo, el mundo volvió a centrar su atención en el conflicto entre Israel y Palestina cuando el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, advirtió que su país no permitirá la llegada del barco Madleen a la Franja de Gaza. Este navío, operado por la Coalición de la Flotilla de la Libertad, transporta ayuda humanitaria y a 12 activistas, entre ellos la reconocida activista climática Greta Thunberg y la eurodiputada Rima Hassan.
Con un tono desafiante, Katz declaró:
“A la antisemita Greta y sus compañeros propagandistas de Hamás, les diré esto claramente: deberían dar la vuelta, porque no llegarán a Gaza”.
La dura retórica evidencia el nivel de tensión que acompaña esta nueva iniciativa civil que busca romper el bloqueo naval israelí vigente desde 2007.
Una travesía cargada de simbolismo y riesgo
El barco partió desde Sicilia con un claro objetivo: desafiar el cerco impuesto a Gaza y entregar ayuda humanitaria, en un contexto donde el 90% de la población está desplazada y depende completamente del auxilio internacional.
Este gesto busca, además, visibilizar la emergencia humanitaria tras más de 20 meses de guerra entre Israel y Hamás. Sin embargo, el riesgo es evidente. El mes pasado, otro barco de esta misma coalición fue atacado por drones —presuntamente israelíes— en aguas internacionales, lo que frustró su llegada a Gaza.
¿Qué buscan Greta Thunberg y los activistas a bordo?
La presencia de Greta Thunberg ha dado mayor visibilidad a esta misión. Aunque conocida por su lucha contra el cambio climático, Thunberg ha sido crítica constante de las políticas de Israel respecto a los palestinos.
En redes sociales, la activista sueca ha denunciado la inacción global frente a lo que ella califica como una «catástrofe humanitaria sin precedentes», y ha pedido un cese al fuego inmediato.
Por su parte, Rima Hassan, eurodiputada francesa de origen palestino, se suma al viaje tras haber sido vetada por Israel, lo que refuerza el carácter político del acto.
El cerco a Gaza: cifras que estremecen
Desde el 7 de octubre de 2023, fecha del ataque masivo de Hamás contra Israel que dejó más de 1,200 muertos y 251 rehenes, la situación en Gaza ha empeorado radicalmente.
- Más de 54,000 palestinos muertos, según el Ministerio de Salud de Gaza.
- Mujeres y niños representan la mayoría de las víctimas.
- El territorio ha quedado casi inhabitable, con barrios enteros reducidos a escombros.
- El bloqueo ha impedido la entrada sostenida de alimentos, medicinas y combustible.
Organizaciones humanitarias han advertido del riesgo inminente de hambruna, mientras la comunidad internacional presiona sin éxito para establecer corredores seguros.
¿Qué sigue para el barco Madleen?
Aunque el grupo de activistas ha manifestado su intención de entrar en las aguas territoriales de Gaza a partir del domingo, la amenaza directa de Israel pone en entredicho la seguridad de la tripulación y la efectividad de la misión.
De producirse una intervención militar israelí en alta mar, el incidente podría escalar en la escena internacional, especialmente si se confirma la participación directa del ejército.
Los ojos del mundo están puestos nuevamente en el Mediterráneo oriental, donde un pequeño barco cargado de medicinas, alimentos y activistas podría convertirse en el nuevo epicentro del debate global sobre derechos humanos, ocupación y ayuda humanitaria.
Entre la esperanza y la confrontación
El viaje del barco Madleen no solo representa un intento por aliviar el sufrimiento en Gaza, sino también una poderosa denuncia contra las políticas de bloqueo prolongado. Greta Thunberg y quienes la acompañan saben que no solo enfrentan olas y viento, sino un muro político y militar que ha durado casi dos décadas.
¿Podrán llegar a destino? ¿O serán interceptados como ya ha ocurrido en el pasado?
La respuesta, como siempre en esta región del mundo, está marcada por la tensión, la historia y la resistencia.


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