La activista climática sueca Greta Thunberg ha embarcado en la «Flotilla de la Libertad«, un convoy marítimo con destino a la Franja de Gaza. Su participación, junto a otros 11 activistas, busca no solo llevar ayuda humanitaria, sino también aumentar la «conciencia internacional» sobre la crítica situación en el enclave palestino, desafiando el bloqueo naval israelí.
La activista climática Greta Thunberg se ha unido a la «Flotilla de la Libertad», un convoy de barcos que zarpó este 2 de junio de 2025 con destino a la Franja de Gaza. Thunberg, junto con otras 11 personas, busca llevar ayuda y, de manera crucial, aumentar la «conciencia internacional» sobre la grave situación humanitaria en Gaza. Los organizadores de la misión, la Freedom Flotilla Coalition (FFC), han declarado que su objetivo es «romper el asedio ilegal de Israel» y la describen como una «protesta no violenta» contra lo que consideran «crímenes de guerra».
La participación de Thunberg transforma la misión de la Flotilla de la Libertad de un evento de ayuda humanitaria a un acto de protesta de alto perfil global, atrayendo la atención de audiencias más amplias y diversas. La activista es una figura reconocida globalmente, especialmente entre los jóvenes y en el ámbito de la justicia social. Su presencia eleva instantáneamente el perfil de la misión, garantizando una cobertura mediática mucho más extensa y diversa. Esto no es solo sobre la ayuda; es sobre la amplificación del mensaje y la presión pública sobre el bloqueo de Gaza, utilizando su influencia para conectar la crisis humanitaria con un público más amplio que quizás no seguiría las noticias tradicionales del conflicto.
Esta iniciativa se inscribe en un historial de intentos de la «Flotilla de la Libertad» por romper el bloqueo. El Free Gaza Movement y la Turkish Foundation for Human Rights and Freedoms and Humanitarian Relief (İHH) han organizado misiones similares desde 2010, siendo la de 2010 la más grande hasta la fecha, con más de 600 activistas a bordo. La Flotilla de la Libertad, con su historial de intentos y el explícito rechazo a ser «caridad», opera como una forma de diplomacia ciudadana y desobediencia civil, buscando desafiar la legitimidad del bloqueo israelí más allá de la mera entrega de suministros.
El barco actual, el Madleen, transporta «barriles de ayuda limitados, aunque simbólicos». Históricamente, estas flotillas han llevado una variedad de ayuda humanitaria, incluyendo alimentos, sillas de ruedas, libros, medicinas y materiales de construcción. La FFC ha dejado claro que su misión «no es caridad», sino «romper el asedio de Israel a 1.5 millones de palestinos» y «presionar a la comunidad internacional para que revise su política de sanciones y ponga fin a su apoyo a la continua ocupación israelí».
Además de Thunberg, a bordo se encuentran otras figuras destacadas como la eurodiputada franco-palestina Rima Hassan y el activista brasileño Thiago Avila. La inclusión de estas figuras amplía la base de apoyo de la flotilla, demostrando una coalición internacional diversa que busca ejercer presión desde múltiples frentes políticos y sociales. La diversidad de nacionalidades y roles entre los participantes indica un esfuerzo coordinado para construir una coalición global que pueda ejercer presión sobre Israel y la comunidad internacional desde diferentes ángulos.
https://platform.twitter.com/widgets.jsGreta has more courage than most governments👏🏼
— Earth Hippy 🌎🕊️💚 (@hippyygoat) June 1, 2025
Hope you all stay safe and succeed in this mission✊🏼🇵🇸❤️@GretaThunberg pic.twitter.com/kQaeDXETpc
La propia Thunberg ha subrayado la imperiosa necesidad de continuar con estos esfuerzos, declarando que «el momento en que dejamos de intentarlo es cuando perdemos nuestra humanidad» y que «no importa cuán peligrosa sea esta misión, no es ni de lejos tan peligrosa como el silencio del mundo entero frente a las vidas que están siendo genocidas». La iniciativa se produce en un contexto de «condiciones humanitarias extremas» en Gaza , y se estima que el viaje durará aproximadamente una semana, a menos que sea interceptado por las fuerzas israelíes.
«No importa cuán peligrosa sea esta misión, no es ni de lejos tan peligrosa como el silencio del mundo entero frente a las vidas que están siendo genocidas.» — Greta Thunberg
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