La historia de la India ha estado marcada por grandes transformaciones: de colonia británica a democracia vibrante, y de economía agrícola a centro de innovación tecnológica. Ahora, el país se prepara para un nuevo salto histórico: convertirse en el epicentro mundial de la inteligencia artificial (IA).
Con más de 900 millones de usuarios de internet, la India es hoy el segundo mercado digital más grande del planeta, solo detrás de China. Empresas globales como OpenAI, Google, Amazon y Meta compiten por conquistar este terreno fértil que promete moldear la próxima revolución tecnológica.
OpenAI y el entusiasmo de Sam Altman
En agosto, OpenAI lanzó una versión más accesible de su chatbot para el público indio y anunció la apertura de una oficina en Nueva Delhi. Para Sam Altman, cofundador de la compañía, el entusiasmo indio por la tecnología es “incomparable en cualquier parte del mundo”.
Este optimismo refleja un interés más profundo: India no es solo un mercado de consumo, sino un campo de pruebas masivo para entrenar y perfeccionar modelos de inteligencia artificial.
El atractivo: datos, diversidad y precios bajos
Lo que convierte a India en un imán para las tecnológicas no es únicamente su volumen de usuarios, sino la diversidad de datos que generan. Desde la interacción por voz —preferida por millones que no dominan la escritura digital— hasta el uso de múltiples lenguas, cada interacción alimenta modelos de IA más sofisticados.
Al mismo tiempo, los precios son sorprendentemente bajos. Servicios como Netflix cobran apenas USD 1,69 al mes, mucho menos que en Estados Unidos. Para las empresas, la rentabilidad no está en el ingreso inmediato, sino en la posibilidad de escalar usuarios y recopilar información valiosa.
India Stack: la infraestructura que cambió las reglas
Una de las claves del éxito indio es India Stack, una infraestructura digital que integra identificación biométrica, pagos electrónicos y servicios públicos en línea. Gracias a este sistema, millones de personas antes excluidas se sumaron al mundo digital, generando nuevos flujos de datos para el desarrollo de inteligencia artificial.
Regulación abierta y oportunidad global
Mientras otros países imponen restricciones sobre el uso y la transferencia de datos, India mantiene un marco regulatorio flexible. Según el Carnegie Endowment for International Peace, esta apertura convierte al país en un socio atractivo para las grandes tecnológicas, que pueden usar datos locales en procesos globales de entrenamiento de modelos.
Riesgos para las startups locales
No todo son luces en esta historia. Expertos como Venugopal Garre advierten que la llegada de gigantes extranjeros puede sofocar a las startups indias, limitando su capacidad de innovar. La pregunta que flota en el aire es: ¿será India un usuario masivo de IA extranjera o un creador de tecnología propia con sello nacional?
Un futuro en construcción
Imagina a Ananya, una joven de 20 años en Mumbai. Sus padres nunca usaron internet, pero ella hoy estudia, paga sus servicios y conversa con un chatbot en hindi gracias a su smartphone Android. Su vida refleja el cambio profundo que la IA impulsa en India: inclusión, oportunidades y un puente entre tradición y modernidad.
India y la revolución de la inteligencia artificial
La transformación ya está en marcha. Como dijo Sam Altman, India tiene todo para convertirse en “uno de los líderes de la revolución de la IA”. La incógnita no es si lo logrará, sino cómo será ese liderazgo: ¿desde el consumo masivo de servicios globales o desde la creación de innovación con identidad india?


TE PODRÍA INTERESAR