Ucrania se retira de Siversk en un nuevo episodio que refleja la intensidad y complejidad del conflicto armado en el este del país. El ejército ucraniano confirmó oficialmente su retirada de esta ciudad ubicada en la región oriental de Donetsk, tras semanas de ofensiva constante por parte de las fuerzas rusas, que contaban con una clara superioridad numérica y de equipamiento.

La decisión, de acuerdo con el Estado Mayor de Ucrania, responde a la necesidad de preservar la vida de los soldados y mantener la capacidad operativa de las unidades desplegadas en el frente, en un contexto marcado por condiciones climáticas adversas y ataques continuos de pequeños grupos de asalto rusos.

La retirada estratégica de las fuerzas ucranianas

El mando militar ucraniano explicó que la salida de Siversk fue una retirada táctica, no una derrota definitiva. En un mensaje difundido a través de Telegram, las autoridades castrenses señalaron que las tropas rusas lograron avanzar debido a su ventaja significativa en efectivos y armamento, lo que hacía insostenible la defensa prolongada de la localidad.

Según el comunicado, Rusia ha mantenido una presión constante en la zona, utilizando tácticas de desgaste y ataques repetidos incluso bajo condiciones meteorológicas difíciles, lo que complicó las operaciones defensivas ucranianas y elevó el riesgo para su personal militar.

Ucrania se retira de Siversk, un punto clave en el este de Ucrania

Antes de la guerra, Siversk tenía una población aproximada de 11 mil habitantes. Hoy, la ciudad se encuentra en gran parte destruida, convertida en otro símbolo del impacto humano y urbano del conflicto. Su importancia radica en su ubicación estratégica, ya que funcionaba como uno de los últimos bastiones que impedían el avance ruso hacia ciudades clave como Kramatorsk y Sloviansk, aún bajo control ucraniano.

Analistas militares indican que las fuerzas rusas comenzaron a acercarse a Siversk desde tres frentes distintos a partir de septiembre de 2025, logrando romper las defensas locales entre noviembre y diciembre, tras semanas de enfrentamientos intensos.

El avance ruso en Donetsk y sus implicaciones

Rusia había anunciado la captura de Siversk el pasado 11 de diciembre, una afirmación que ahora coincide con el reconocimiento oficial de la retirada ucraniana. Este movimiento forma parte de una ofensiva más amplia en el este del país, donde Moscú ocupa actualmente cerca del 19 por ciento del territorio ucraniano.

En los últimos meses, las tropas rusas han acelerado su avance, destacando la toma de nodos logísticos clave como Pokrovsk, lo que ha fortalecido su posición en la región y aumentado la presión sobre las líneas defensivas ucranianas.

De acuerdo con un análisis de AFP, basado en datos del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) y del Critical Threats Project (CTP), noviembre registró el mayor avance ruso en el frente ucraniano en el último año, confirmando un cambio significativo en la dinámica del conflicto.

Preservar vidas y capacidad de combate

Desde la perspectiva ucraniana, la retirada de Siversk busca evitar bajas innecesarias y permitir la reorganización de las fuerzas en posiciones más defensables. El Estado Mayor subrayó que, pese a sufrir pérdidas importantes, las tropas rusas continúan lanzando operaciones ofensivas, lo que obliga a Ucrania a ajustar constantemente su estrategia militar.

Esta decisión también evidencia la complejidad de sostener posiciones urbanas altamente dañadas, donde la infraestructura ya no ofrece ventajas defensivas y el costo humano se incrementa considerablemente.

Un conflicto que sigue redefiniendo el mapa

La retirada de Siversk no solo tiene un impacto militar, sino también político y humanitario. Cada ciudad perdida o abandonada redefine el mapa del conflicto y refuerza la urgencia de soluciones que vayan más allá del campo de batalla. Mientras tanto, las poblaciones civiles continúan pagando el precio más alto, desplazadas o atrapadas en zonas devastadas.

Un escenario aún incierto

El conflicto en Ucrania sigue evolucionando con rapidez. La retirada de Siversk marca un nuevo capítulo en la guerra en Donetsk y confirma que la lucha por el control del este del país está lejos de terminar. Con Rusia intensificando sus operaciones y Ucrania replanteando sus líneas defensivas, el desenlace continúa siendo incierto, mientras la comunidad internacional observa con atención los próximos movimientos en el frente.