En Hong Kong, un incendio de gran magnitud que dejó al menos 13 personas muertas y múltiples heridos en el distrito de Tai Po, al norte del territorio. El siniestro, uno de los más graves registrados en los últimos años, se desató durante la noche en un complejo habitacional donde las llamas avanzaron con rapidez a través del andamiaje de bambú instalado en la fachada de un bloque en renovación.
Autoridades locales elevaron la alarma del incendio a nivel 4, en una escala de 1 a 5, debido a la velocidad con la que el fuego se propagó por tres edificios del complejo Wang Fuk Court. A pesar de los esfuerzos de los bomberos, varias personas quedaron atrapadas en los pisos superiores mientras una columna de humo, visible desde varios kilómetros, cubría la zona.
Así comenzó el incendio en el edificio de Hong Kong
Según reportes de la Policía de Hong Kong, la emergencia comenzó en el andamiaje exterior, posiblemente en niveles intermedios del edificio, lo que provocó un efecto chimenea que aceleró la expansión del fuego. Imágenes difundidas por redes sociales mostraron cómo partes del andamiaje de bambú se desplomaron mientras las llamas envolvían los niveles superiores.
Desde que comenzó la emergencia, las autoridades de Hong Kong cerraron varias carreteras cercanas y pidieron a los residentes abandonar la zona o mantenerse resguardados en sus hogares para evitar la inhalación del denso humo grisáceo que dominó el cielo durante horas.
Muchos habitantes, con mascarillas improvisadas, se acercaron a observar el avance de la destrucción mientras esperaban información sobre sus familiares y vecinos. El ambiente se tensó cuando se confirmó que entre los 13 fallecidos se encontraba un bombero que resultó gravemente herido mientras intentaba controlar el incendio y que murió poco después en el Hospital Príncipe de Gales.

Un complejo en renovación millonaria
Wang Fuk Court, el complejo afectado, alberga 1,984 viviendas y a más de 4,000 residentes. Actualmente, se encontraba en un proceso de renovación valuado en 330 millones de dólares hongkoneses (alrededor de 42 millones de dólares estadounidenses). Paradójicamente, este proyecto ya había generado descontento entre los residentes desde el año pasado, cuando surgieron críticas por las molestias y riesgos derivados de las obras.
Las primeras evaluaciones sugieren que el andamiaje de bambú, ampliamente utilizado en Hong Kong por su bajo costo y flexibilidad, pudo haber sido un factor determinante en la propagación del fuego. Su estructura ligera y sus materiales combustibles lo convierten en un riesgo cuando un incendio se origina en las cercanías, sobre todo bajo condiciones de calor extremo y humedad baja.
La emergencia también obligó a instituciones cercanas, como la Escuela Pública Bautista de Tai Po, a emitir avisos a los padres para evitar la zona. Autoridades educativas aseguraron que no hubo estudiantes afectados, pero mantuvieron medidas de precaución ante el humo y posibles desprendimientos.
Los equipos de rescate continuaron trabajando durante la tarde para ingresar a zonas donde se presumía que aún había personas atrapadas. La prioridad, según indicaron las autoridades, era asegurar la estabilidad de las estructuras dañadas antes de continuar con el ingreso de brigadas especializadas.
Incendios previos relacionados con andamiajes
Este siniestro no es un caso aislado. En los últimos meses, varios incidentes han puesto en evidencia la vulnerabilidad de los andamios de bambú, aún muy utilizados en construcciones y renovaciones urbanas en Hong Kong.
Uno de los casos más recientes ocurrió en octubre, cuando un incendio en la Torre Chinachem obligó a evacuar a decenas de personas y dejó a cuatro hospitalizadas. Aunque las autoridades confirmaron que la estructura del edificio no sufrió daños mayores, sí identificaron materiales sueltos en la fachada que debían ser retirados de inmediato.
En ese episodio, expertos señalaron que las posibles causas del fuego incluían chispas de soldadura, cortocircuitos o incluso colillas de cigarrillos mal apagadas. Las condiciones climáticas también jugaron un rol, pues los incendios tienden a propagarse con facilidad en periodos de sequía y vientos fuertes.
Precisamente, el Observatorio de Hong Kong mantenía una alerta roja de peligro de incendio desde el lunes previo al siniestro, advirtiendo de un riesgo extremadamente alto para fuegos urbanos o forestales. Factores como la sequedad ambiental, la acumulación de materiales inflamables y las obras en curso se combinaron para agravar la situación en Tai Po.


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