El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció que Israel aceptó las «condiciones necesarias» para un alto al fuego de 60 días, instando a Hamás a tomar el acuerdo. Sin embargo, la tensión persiste mientras un plan secreto para la posguerra en Gaza sale a la luz.
En un movimiento que sacude el tablero geopolítico de Medio Oriente, la administración del presidente Donald Trump ha intensificado la presión sobre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para concretar un acuerdo de alto al fuego en la Franja de Gaza. La propuesta central, un cese de hostilidades de 60 días, ha sido aceptada en sus «condiciones necesarias» por Israel, según un sorpresivo anuncio del propio Trump, quien ahora pone la responsabilidad sobre Hamás para evitar una escalada mayor.
La Presión de la Casa Blanca: Un «Acuerdo Necesario»
La declaración de Donald Trump, difundida a través de su plataforma Truth Social, fue contundente y no dejó lugar a dudas sobre la postura de Washington. «Mis Representantes tuvieron una larga y productiva reunión con los israelíes hoy sobre Gaza. Israel ha aceptado las condiciones necesarias para finalizar el ALTO EL FUEGO de 60 días», afirmó el mandatario estadounidense.
Fuentes cercanas a las negociaciones han confirmado que Trump está aplicando una «fuerte presión» para que el acuerdo se materialice, considerándolo un objetivo diplomático crucial para su administración. En su mensaje, Trump lanzó una advertencia directa a Hamás: «Espero, por el bien de Medio Oriente, que Hamás tome este Acuerdo, porque no mejorará — SOLO EMPEORARÁ».
La Maniobra de Netanyahu: Entre la Espada y la Pared
A pesar de la presión estadounidense, la posición de Benjamin Netanyahu es compleja. Antes de partir hacia Washington para su encuentro con Trump, el primer ministro israelí reconoció las conversaciones, pero matizó que las enmiendas propuestas por Hamás al acuerdo eran «inaceptables» para Israel. Esta declaración evidencia el difícil equilibrio que Netanyahu debe mantener entre las exigencias de su principal aliado internacional y las presiones de los sectores más duros de su coalición de gobierno.
En una jugada política que ha sido interpretada como un intento de gestionar la presión, Netanyahu nominó formalmente a Donald Trump para el Premio Nobel de la Paz, un gesto que busca alinear públicamente sus intereses y cambiar la narrativa de coerción por una de colaboración.
«Creo que la discusión con el presidente Trump ciertamente puede ayudar a avanzar en estos resultados», declaró Netanyahu antes de su viaje, mostrando una fachada de cooperación.
Este movimiento estratégico parece diseñado para apaciguar a Trump, ofreciéndole una victoria simbólica y personal, mientras Netanyahu gana espacio para negociar los puntos más conflictivos del acuerdo, especialmente aquellos que su gobierno considera inaceptables.
El «Día Después»: El Verdadero Plan Secreto para Gaza
Más allá de la tregua temporal, ha trascendido que la propuesta incluye un componente mucho más ambicioso y potencialmente explosivo: un plan detallado para la gobernanza de Gaza en la posguerra. Este plan, que no figura en el borrador oficial, dibuja un futuro para el enclave palestino que implicaría una reconfiguración total del poder en la región. Los puntos clave incluyen:
- Gobernanza: La administración de Gaza quedaría en manos de palestinos no afiliados a Hamás, con el respaldo de una coalición de naciones árabes que incluye a Egipto, Jordania, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita.
- Seguridad Interina: Una fuerza de seguridad compuesta por efectivos de estos países árabes se encargaría de mantener el orden, con la asistencia de contratistas de seguridad estadounidenses.
- Logística de EE. UU.: Estados Unidos proporcionaría apoyo logístico y de mando y control desde una base establecida en Egipto.
La Realidad en el Terreno: Violencia y Escepticismo
Mientras los diplomáticos negocian en Doha y Washington, la violencia en Gaza no cesa. El anuncio de las conversaciones coincidió con la noticia de la muerte de cinco soldados israelíes en una operación en Beit Hanoon, en el norte de la Franja. A su vez, ataques con drones israelíes continúan cobrando vidas de civiles palestinos, incluyendo ataques contra tiendas de campaña de desplazados.
Hamás, por su parte, ha respondido a la propuesta con un «espíritu positivo», pero mantiene su exigencia de garantías para un fin permanente de la guerra y la retirada total de las tropas israelíes, un punto que sigue siendo el principal obstáculo en las negociaciones. La brecha entre las demandas de ambas partes y la presión de la comunidad internacional mantiene el futuro de Gaza en un estado de máxima incertidumbre.


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