Las emisiones de metano en Brasil registraron un aumento del 6% entre 2020 y 2023, alcanzando 21.1 millones de toneladas, su segundo nivel más alto de la historia. Este gas de efecto invernadero es mucho más potente que el dióxido de carbono (CO2) y tiene un impacto significativo en el calentamiento global.
De acuerdo con un estudio publicado por el Observatorio del Clima, tres cuartas partes de estas emisiones se atribuyen a la producción de carne de vacuno y ganado lechero, que generaron 14.5 millones de toneladas de metano en 2023. Esta cifra equivale a 406 millones de toneladas de CO2, superando todas las emisiones de gases de efecto invernadero de países como Italia en el mismo año.
“El metano es un gas de efecto invernadero que puede calentar el planeta mucho más que el dióxido de carbono”, afirmaron organizaciones ecologistas brasileñas que forman parte de la red del Observatorio del Clima.
El impacto global de Brasil como productor de carne
Brasil es el mayor exportador de carne de res del mundo y posee la segunda cabaña ganadera más grande a nivel mundial. La producción de carne y productos derivados no solo genera ingresos significativos, sino que también se convierte en la principal fuente de emisiones de metano en el país.
El especialista David Tsai, coordinador del Sistema de Estimación de Emisiones y Remociones de Gases de Efecto Invernadero, señaló que, a diferencia de otros países donde los combustibles fósiles son la principal fuente de metano, en Brasil el problema se centra en la producción de alimentos, especialmente en la ganadería.
Comparación internacional y posición de Brasil
Brasil se posiciona como el quinto emisor mundial de metano, detrás de China, Estados Unidos, India y Rusia. Las cifras del Observatorio del Clima destacan que las emisiones brasileñas relacionadas con la ganadería superan significativamente a las de otros sectores productivos, lo que obliga al país a implementar soluciones propias para mitigar el impacto ambiental.
Gabriel Quintana, especialista en emisiones de gases de efecto invernadero de Imaflora, organización no gubernamental brasileña, señaló a Nueva Zelanda como ejemplo de país productor de ganado que ha logrado reducir sus emisiones mediante políticas de sostenibilidad y tecnología aplicada a la ganadería.
Desafíos para la reducción de emisiones
Reducir las emisiones de metano en Brasil implica desafíos complejos. La ganadería no solo es un sector económico clave, sino también un componente cultural y social del país. Sin embargo, expertos coinciden en que la implementación de prácticas sostenibles, como el manejo mejorado de estiércol, cambios en la alimentación del ganado y tecnologías de captura de metano, puede contribuir a disminuir los niveles de este potente gas.
El Observatorio del Clima también enfatiza la necesidad de políticas públicas efectivas, inversión en investigación y concientización sobre el impacto ambiental de la ganadería. Solo así Brasil podrá equilibrar la producción de carne con la responsabilidad ambiental.
Exportaciones y repercusión internacional
Brasil exporta carne y subproductos de vacuno a decenas de países, lo que significa que sus decisiones ambientales tienen repercusiones globales. Las emisiones de metano relacionadas con la ganadería afectan la percepción internacional sobre la sostenibilidad de los productos brasileños y pueden influir en las políticas de importación de otros países.
La presión internacional, sumada a la responsabilidad de reducir gases de efecto invernadero, hace que el país tenga que desarrollar estrategias que permitan mantener la competitividad en el mercado global sin comprometer la salud del planeta.
El aumento del 6% en las emisiones de metano en Brasil entre 2020 y 2023 evidencia la importancia de actuar frente a la ganadería intensiva y su impacto ambiental. La producción de carne de vacuno y lechera, responsable de tres cuartas partes de estas emisiones, exige soluciones sostenibles que combinen tecnología, políticas públicas y prácticas responsables.
Brasil enfrenta el reto de equilibrar su papel como líder mundial en exportación de carne con la necesidad de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero. La experiencia de países como Nueva Zelanda demuestra que es posible avanzar hacia una ganadería más sostenible, pero requiere compromiso, innovación y cooperación entre sector privado, gobierno y sociedad civil.


TE PODRÍA INTERESAR