La guerra en Sudán, que comenzó en abril de 2023 entre el ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), ha dejado una estela de devastación sin igual. En el centro del conflicto se encuentra Jartum, la capital sudanesa, cuyo sufrimiento ha sido invisibilizado en gran parte del mundo. El número de muertes, principalmente a causa de la violencia, la hambruna y la falta de acceso a servicios médicos, ha sido alarmante, pero las cifras oficiales no logran reflejar la magnitud real de esta tragedia.
El Método para Estimar Muertos en una Guerra Sin Control
Un informe reciente, elaborado por el Grupo de Investigación de Sudán de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, ha tratado de arrojar luz sobre la cifra real de muertes en el estado de Jartum. Según su estimación, más de 61,000 personas han muerto en los primeros 14 meses de conflicto, una cifra mucho mayor que la registrada por la ONU y las autoridades locales. De estas muertes, más de 26,000 son atribuibles a la violencia directa, mientras que muchas más han sido consecuencia de la falta de alimentos y de atención médica adecuada.
Para calcular este número, los investigadores utilizaron un enfoque conocido como «captura-recaptura», una técnica adaptada de la investigación ecológica. La idea era identificar cuántas muertes se reportaban de manera independiente a través de diferentes fuentes, como encuestas públicas, activistas comunitarios y obituarios en redes sociales. Esta metodología permitió identificar que las muertes reportadas representaban solo un pequeño porcentaje del total estimado.
La Desaparición de la Infraestructura y el Aislamiento de los Habitantes
El conflicto ha causado una disrupción total en la infraestructura de Jartum y otras regiones afectadas. Los hospitales, las morgues y los cementerios están saturados o han quedado fuera de funcionamiento. Las constantes interrupciones en los servicios de Internet y telecomunicaciones han aislado aún más a los habitantes, que luchan no solo contra los enfrentamientos armados, sino también contra la desnutrición y enfermedades como la malaria, el cólera y el dengue.
En un contexto tan crítico, la búsqueda de un ser querido muerto o herido se convierte en una tarea casi imposible. Los residentes de zonas como Omdurman y Bahri, distritos clave de Jartum, han tenido que recurrir a entierros improvisados, sin acceso a servicios funerarios adecuados, lo que ha generado una crisis paralela de salud pública.
La Impactante Realidad: La Mayor Parte de las Muertes Quedan Fuera del Radar
Una de las revelaciones más aterradoras del estudio es que, incluso con el uso de esta técnica de estimación, las muertes violentas y las relacionadas con enfermedades no están siendo completamente reportadas. Solo un pequeño porcentaje de los muertos ha sido registrado, y la cifra total podría ser aún mayor.
Khalid Sanhouri, un músico que vivía en Omdurman, es solo uno de los muchos ejemplos de esta tragedia. Su muerte, ocurrida en julio de 2023, fue anunciada a través de las redes sociales, pero las circunstancias de su fallecimiento resaltan la brutalidad del conflicto. No pudo acceder a atención médica debido a la intensa violencia y la falta de infraestructura hospitalaria. «Lo enterramos aquí», dijo un vecino, mostrando una tumba cerca de su casa, una de tantas que han aparecido en los alrededores.
El Costo de la Guerra: No Solo las Balas, Sino la Desnutrición y Enfermedades
Además de los horrores de los enfrentamientos armados, Sudán enfrenta una crisis de salud pública sin precedentes. La desnutrición ha debilitado el sistema inmunológico de miles de personas, especialmente mujeres embarazadas y niños, quienes son las principales víctimas de enfermedades prevenibles. Los hospitales como el al-Shuhada en Bahri luchan por tratar a los pacientes debido a la escasez de suministros médicos.
A pesar de la magnitud de la crisis, las autoridades han tenido dificultades para proporcionar una respuesta adecuada. La cifra oficial de muertes, que se mantiene en alrededor de 5,565, es una fracción de la realidad según los investigadores. Los bandos en conflicto se culpan mutuamente por los ataques a civiles, pero las condiciones siguen empeorando sin un fin a la vista.
La Inmensa Invisibilidad: ¿Cómo Llegar a los Desaparecidos?
Los esfuerzos por contar las víctimas de la guerra en Sudán se enfrentan a una gran dificultad: la falta de registros y la desinformación. La guerra no solo ha destruido vidas, sino que ha eliminado cualquier sistema eficiente para contabilizar a los muertos. La cifra final, aunque aterradora, sigue siendo incierta. Los investigadores han subrayado que las muertes por causas indirectas, como enfermedades y desnutrición, están aumentando de manera alarmante y que los esfuerzos para documentar estas tragedias son aún más complicados.
Un Llamado a la Acción Global
La situación en Sudán requiere una respuesta urgente de la comunidad internacional. Las estimaciones de muertes continúan creciendo, y la comunidad mundial debe redoblar sus esfuerzos para frenar la guerra, garantizar el acceso a ayuda humanitaria y reconstruir las infraestructuras esenciales para la salud y el bienestar de la población. El caso de Sudán no solo refleja la brutalidad de un conflicto armado, sino también la importancia de la visibilidad y la documentación en medio de la desesperación.
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