En un drama político que tiene en vilo a Corea del Sur, el expresidente Yoon Suk Yeol comparece hoy ante un tribunal de Seúl para una audiencia que decidirá si es arrestado por cargos de insurrección relacionados con su intento fallido de imponer la ley marcial.
Seúl contiene la respiración. En una jornada que quedará grabada en la historia moderna de Corea del Sur, el expresidente Yoon Suk Yeol se enfrenta hoy a la justicia en una audiencia crucial que podría enviarlo a la cárcel. El exmandatario, destituido en abril, comparece ante el Tribunal de Distrito Central de Seúl, que debe decidir si emite una orden de arresto en su contra por cargos de insurrección y otros delitos graves relacionados con su impactante y fallido intento de declarar la ley marcial en diciembre de 2024.
Yoon, que ya se encuentra en el Centro de Detención de Seúl, espera una decisión que se prevé para el jueves. La solicitud de arresto fue presentada por un fiscal especial que investiga uno de los episodios más oscuros y peligrosos de la historia democrática del país.
Los Cargos: Un Ataque a la Democracia
El cargo principal que pesa sobre Yoon es el de insurrección, un delito de extrema gravedad. Se le acusa de intentar subvertir el orden constitucional con su declaración de ley marcial en la noche del 3 de diciembre de 2024. Durante esas caóticas horas, se anunciaron medidas que incluían la prohibición de toda actividad política, el control de los medios de comunicación y el despliegue de tropas en la capital.
Pero la acusación va más allá. El fiscal especial también ha imputado a Yoon por falsificación de documentos, obstrucción a los investigadores y abuso de poder ejecutivo, pintando un cuadro de un líder que intentó utilizar todos los resortes del Estado para aferrarse al poder.
«El poder judicial garantizará su papel como protector último de los derechos y libertades de los ciudadanos, y trabajará para aliviar cualquier preocupación sobre la independencia e integridad judicial». – Cho Hee-dae, Presidente del Tribunal Supremo de Corea del Sur.
De la Presidencia al Banquillo
La caída de Yoon fue tan rápida como impactante. Su declaración de ley marcial, justificada por una supuesta necesidad de proteger al país de «fuerzas comunistas» y «elementos antiestatales», fue recibida con una condena unánime y protestas masivas. El Parlamento votó abrumadoramente para anular la medida en cuestión de horas, forzando a un humillado Yoon a dar marcha atrás. Este acto desencadenó un proceso de impeachment que culminó con su destitución por parte del Tribunal Constitucional en abril de 2025.
La crisis ha dejado a Corea del Sur profundamente polarizada. El nuevo gobierno liberal, encabezado por el presidente Lee Jae-myung, intenta estabilizar el país mientras lidia con las presiones externas, incluyendo las renovadas demandas del expresidente estadounidense Donald Trump para que Seúl aumente drásticamente su contribución financiera para el mantenimiento de las tropas estadounidenses.
La historia de Yoon Suk Yeol contiene todos los elementos de un thriller político: un líder caído, un crimen contra la democracia, el suspenso de un juicio en tiempo real y profundas ramificaciones geopolíticas. La decisión del tribunal no solo sellará el destino de un hombre, sino que sentará un precedente crucial sobre los límites del poder en Corea del Sur, poniendo a prueba la resiliencia de una de las democracias más vibrantes de Asia.
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