La Dirección de Atención al Migrante en Tijuana reporta un alarmante aumento en las repatriaciones de mexicanos desde Estados Unidos, consecuencia directa de las intensificadas redadas del ICE en California. Esta situación está llevando al límite la capacidad de los albergues en la ciudad fronteriza.
Tijuana, una ciudad históricamente marcada por los flujos migratorios, enfrenta nuevamente una situación crítica. Las recientes redadas implementadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos, especialmente en el sur de California, han provocado un notable incremento en el número de ciudadanos mexicanos repatriados, ejerciendo una enorme presión sobre los recursos y albergues de esta ciudad fronteriza.
La Dirección de Atención al Migrante del municipio ha encendido las alarmas ante este fenómeno, que se ha agudizado en las últimas semanas y que refleja el impacto directo de las políticas migratorias estadounidenses en la dinámica fronteriza.
Cifras que revelan la crisis en albergues
El impacto más visible de este aumento de repatriaciones se observa en la saturación de los espacios de acogida. El albergue federal Flamingos, destinado específicamente a recibir a personas repatriadas, ha experimentado un crecimiento exponencial en su ocupación. Según Adelina Dayebi Pazos , titular de la Dirección de Atención al Migrante de Tijuana, hace apenas tres semanas este albergue recibía entre 15 y 30 personas diariamente; en la última semana, la cifra ha superado los 100 ingresos por día.
«Hemos visto una mayor actividad de deportaciones por parte de ICE que llegan directamente al puerto del Chaparral y estamos con todo esperando, ojalá no sea mucho el aumento de deportaciones», declaró la funcionaria municipal.
Las personas repatriadas ingresan a México principalmente por la garita de El Chaparral, donde son recibidas inicialmente por el Instituto Nacional de Migración (INM), organismo que posteriormente las canaliza al albergue Flamingos.
Contexto: Redadas en EEUU y respuesta mexicana
Este repunte en las deportaciones se enmarca en una intensificación de los operativos del ICE que comenzó a finales de mayo, con un foco particular en barrios con alta población latina en el sur de California. Estas acciones han generado un clima de temor e incertidumbre en las comunidades migrantes. En Los Ángeles, se han registrado disturbios y la declaración de un toque de queda en algunas zonas, con reportes de al menos 56 migrantes detenidos y un controvertido despliegue de la Guardia Nacional ordenado por la administración del presidente Trump.
Ante esta situación, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha manifestado que el gobierno mexicano brindará protección y defensa a los connacionales afectados por estas medidas.
Información crítica para los repatriados: El dilema de CBP One
Un aspecto de particular preocupación es la información que se está proporcionando a las personas repatriadas en Tijuana. Según la funcionaria municipal, se les alerta sobre los riesgos de intentar un reingreso irregular a Estados Unidos y de recurrir a traficantes de personas. Crucialmente, también se les estaría informando que la aplicación CBP One «ya no está funcionando para solicitar asilo».
CBP One ha sido la principal herramienta designada por las autoridades estadounidenses para que los solicitantes de asilo puedan programar citas en los puertos de entrada. Si esta vía se cierra o se percibe como inaccesible –ya sea por un cambio oficial, fallas técnicas persistentes o desinformación–, las opciones legales para los migrantes se reducen drásticamente. Esto podría empujar a muchos a tomar rutas más peligrosas, caer en manos de redes de tráfico de personas o simplemente quedar varados en ciudades fronterizas como Tijuana, incrementando su vulnerabilidad.
La situación actual en Tijuana es un claro reflejo de cómo las decisiones políticas de un país pueden tener profundas repercusiones humanitarias en otro. La capacidad de respuesta de los albergues, la coordinación interinstitucional y la protección de los derechos de las personas migrantes son ahora más cruciales que nunca.
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