La madrugada sorprendió a los habitantes del sur de Sinaloa con un cielo encapotado y fuertes precipitaciones que no dieron tregua. La situación fue tan crítica que la Secretaría de Educación Pública y Cultura (SEPYC), junto con la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), determinó suspender clases en todos los niveles educativos en los municipios de Mazatlán y Escuinapa.
La medida preventiva se tomó tras el pronóstico de la Coordinación Estatal de Protección Civil, que advirtió acumulaciones de entre 50 y 70 milímetros de lluvia, con riesgo de encharcamientos, deslaves e inundaciones en zonas bajas.
Una decisión que prioriza la seguridad
Para muchos padres de familia, el anuncio llegó como un respiro.
“Más vale prevenir, el agua estaba muy fuerte desde la madrugada y los arroyos ya iban crecidos”, relató Sandra, vecina de la colonia Benito Juárez en Escuinapa.
El coordinador municipal de Protección Civil, Óscar Osuna Tirado, informó que las lluvias se concentraron en la franja sur del estado, pero que existe la probabilidad de que se extiendan hacia el centro y norte de la entidad durante la tarde.
Medidas de prevención en Sinaloa
La suspensión de clases no es la única medida. Las autoridades recomendaron:
- Evitar transitar por zonas inundadas.
- Desconectar aparatos eléctricos en caso de acumulación de agua en viviendas.
- Resguardar documentos importantes en lugares secos y seguros.
- Mantenerse atentos a comunicados oficiales de Protección Civil.
En Mazatlán, brigadas de emergencia ya trabajan en monitorear canales pluviales y desagües para evitar desbordamientos, mientras que en Escuinapa se habilitaron albergues temporales en caso de que las lluvias se intensifiquen.
Educación en pausa, pero con responsabilidad
La UAS emitió un comunicado para toda la comunidad universitaria informando que las actividades académicas se suspenden “hasta nuevo aviso”, mientras que la SEPYC aclaró que la medida aplica únicamente para el turno matutino, a reserva de la evolución del clima.
Aunque para algunos alumnos puede significar un descanso inesperado, la suspensión es parte de un protocolo de seguridad que en Sinaloa ha salvado vidas en temporadas de lluvias intensas.
Historias desde las colonias afectadas
En el fraccionamiento Pradera Dorada, en Mazatlán, vecinos relataron que el agua alcanzó niveles que hicieron intransitables las calles.
“El camión ya no pudo pasar y tuvimos que caminar con el agua a la rodilla”, comentó Francisco, estudiante de bachillerato.
Estas escenas reflejan la vulnerabilidad de la región frente a lluvias que cada año parecen intensificarse, reforzando la necesidad de planes de infraestructura hidráulica más sólidos.
Retos a futuro para Mazatlán y Escuinapa
Los expertos advierten que las lluvias extremas en Sinaloa no son un hecho aislado, sino parte de los efectos del cambio climático en la región. Mazatlán, un destino turístico clave, y Escuinapa, con su población pesquera y agrícola, enfrentan cada temporada la misma amenaza.
Las autoridades estatales deberán trabajar en coordinación con la federación para reforzar obras de drenaje pluvial, canales de desvío y sistemas de alerta temprana que minimicen riesgos humanos y económicos.


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