El vino es un clásico cuando se trata de cenas navideñas. Acompaña la comida, rompe el hielo y siempre deja una buena impresión. Pero no todos funcionan igual para todas las mesas; el secreto está en elegir según el tipo de platillos, el ambiente y el estilo de la reunión.
Si quieres llegar con un detalle elegante y bien pensado, es importante fijarse en los detalles y en La Verdad Noticias te explicamos lo que debes tener en cuenta antes de elegir.
¿Qué tipo de vino llevar a una cena de Navidad?
Antes de pensar en marcas o precios, conviene entender los estilos de vino más comunes. Los vinos tranquilos como los tintos, blancos y rosados, son los más versátiles para cenas. No tienen burbujas y suelen ser fáciles de maridar.
Los espumosos, como el cava o el champagne, se distinguen por su segunda fermentación y son perfectos para brindar. También existen vinos generosos o licorosos, con mayor graduación alcohólica, ideales para postres o sobremesa.
Toma en cuenta que no todos mejoran con el tiempo. Muchos están pensados para beberse jóvenes, frescos y sin guarda prolongada.
Vino tinto: ideal para cenas formales
El tinto es una apuesta segura cuando hay carnes rojas, guisos, platillos especiados o recetas tradicionales con sabores profundos. Funciona muy bien en cenas elegantes o reuniones familiares más formales.
Opciones recomendadas:
- Casa Madero 3V, equilibrado y fácil de disfrutar
- La Casona Cabernet Sauvignon–Merlot, estructura y carácter
- Monte Xanic Calixa Cabernet Sauvignon–Syrah, potente y versátil
Este tipo aporta calidez y suele ser el favorito en noches frías.

Vino blanco: fresco, ligero y muy navideño
El blanco joven es perfecto para cenas más relajadas o menús donde predominan pescados, mariscos, pavo o pollo. Su frescura lo hace ideal como entrada o para quienes prefieren sabores más ligeros.
Buenas elecciones para llevar:
- Viñedo San Miguel Sauvignon Blanc, refrescante y aromático
- Marija Chenin Blanc, balanceado y amable
- Emilio Moro Polvorete Godello, moderno y expresivo
También es una excelente opción si no sabes exactamente qué se va a servir.
Vino rosado: el comodín que casi nunca falla
El rosado se ha ganado un lugar en las mesas navideñas por su versatilidad. Es amable, fresco y suele gustar tanto a quienes prefieren vinos suaves como a quienes buscan algo distinto.
Marida bien con pescados, mariscos, carnes frías, ensaladas y pastas, lo que lo convierte en un gran comodín cuando el menú es variado.
Rosados que funcionan muy bien:
- Nebula Rosado, equilibrado y frutal
- Freixenet Rosé, burbujeante y festivo
- Whispering Angel, elegante y fácil de beber
Si la idea es aportar un toque especial, un vino espumoso es ideal para el brindis o incluso para acompañar toda la cena. Su acidez y burbuja limpian el paladar y hacen que la experiencia sea más ligera.
Cava, prosecco o champagne funcionan muy bien en Navidad y Año Nuevo, especialmente si se sirven bien fríos.
Detalles que marcan la diferencia
- Considera el ambiente: formal, familiar o relajado
- Piensa en el menú, no solo en tus gustos personales
- Lleva el vino a temperatura adecuada
- Si dudas, un rosado o un espumoso rara vez fallan
Elegir el vino correcto no es cuestión de reglas estrictas, sino de intención y contexto. En Navidad, un buen vino no solo acompaña la comida, también suma a la experiencia y al momento compartido ya sea en familia o con amigos.


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