La costa norte del estado, incluyendo Cancún e Isla Mujeres, ve una disminución significativa en el arribo de la macroalga, ofreciendo playas más limpias a los visitantes. Sin embargo, la situación es distinta en la Riviera Maya, donde la lucha contra el sargazo es constante.
El fenómeno del sargazo presenta dos realidades distintas en Quintana Roo este viernes. Mientras los empresarios y turistas de Cancún, Costa Mujeres e Isla Mujeres celebran una notable reducción en la cantidad de alga que llega a sus costas, la situación en el corredor Playa del Carmen-Tulum sigue siendo un desafío diario.
La Red de Monitoreo del Sargazo de Quintana Roo reporta en su último informe que las playas de la zona norte presentan un nivel de sargazo «bajo» o «muy bajo». Esto se debe a un cambio en las corrientes marinas y a los vientos de los últimos días.
Impacto en el Turista: ¿Qué playas elegir?
Para el viajero, la elección del destino de playa es crucial. Hoy, las mejores opciones para disfrutar de aguas turquesa se encuentran en:
- Zona Hotelera de Cancún: Playas como Gaviota Azul, Chac Mool y Delfines muestran una recuperación importante.
- Isla Mujeres: Playa Norte, como es costumbre, se mantiene prácticamente libre de sargazo.
- Cozumel: La costa oeste de la isla también presenta condiciones ideales.
En contraste, destinos como Playa del Carmen, Akumal y las playas de la zona hotelera de Tulum continúan registrando un recale «moderado». Aunque no es una invasión masiva, sí requiere un trabajo constante de limpieza por parte de hoteleros y personal municipal.
«Llegamos ayer a Playa del Carmen y sí hay sargazo. No es como en las fotos horribles que vimos, pero sí hay que caminar un poco para encontrar un lugar limpio para meterte al mar. El hotel lo limpia todo el día, eso sí», relata un turista de Monterrey.
Voz Local y Tensión Desarrollo vs. Medio Ambiente
La Secretaría de Marina (SEMAR) mantiene el despliegue de 11 buques sargaceros en aguas del Caribe Mexicano, trabajando para contener la macroalga antes de que llegue a la costa. Sin embargo, la efectividad de estas barreras y barcos se ve desafiada por la magnitud del fenómeno.
La batalla contra el sargazo no es solo estética, es económica y ambiental. Los hoteleros invierten sumas millonarias en limpieza y barreras, un costo que a menudo se refleja en las tarifas. Desde la perspectiva local, los trabajadores de limpieza enfrentan jornadas extenuantes bajo el sol para mantener la principal atracción del destino en condiciones óptimas.
Este respiro en la zona norte es una buena noticia, pero los científicos advierten que la temporada de sargazo está lejos de terminar y nuevas manchas masivas se desplazan por el Atlántico. La dualidad de hoy es un claro ejemplo de la imprevisibilidad de este desafío ambiental.
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