La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) recibió para análisis una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que busca ampliar la Marina Alacranes, ubicada en la zona portuaria de Yucalpetén, en el municipio de Progreso. El proyecto fue ingresado el 5 de septiembre de 2025 y ahora deberá ser evaluado por la autoridad antes de que se emita un resolutivo.
El promovente, Luis Alfonso Rivero Molina, plantea la construcción de un módulo para marina seca, así como embarcaderos, muelles rústicos de madera, palapas y andadores, además de obras de operación y mantenimiento. La superficie involucrada es de 4,226 metros cuadrados, de los cuales parte corresponde a la dársena de Yucalpetén.
La propuesta se describe como un conjunto complementario a las instalaciones existentes, lo que convertiría la ampliación en una obra nueva dentro del mismo polígono donde actualmente opera la marina. En este espacio ya funcionan servicios náuticos que brindan atención a embarcaciones recreativas y pesqueras, además de actividades turísticas vinculadas al puerto de Progreso.
La Marina Alacranes es un punto estratégico dentro del litoral yucateco, pues se encuentra en el corredor costero de Yucalpetén, donde confluyen proyectos residenciales, turísticos y de servicios náuticos que en los últimos años han tenido un crecimiento acelerado. La zona es considerada clave para la economía marítima y turística de Progreso, puerto que concentra la mayor actividad de cruceros y tráfico pesquero del estado.
La Semarnat será la encargada de analizar los posibles impactos ambientales de la ampliación, particularmente en lo que respecta al manejo de la dársena, los ecosistemas costeros y las medidas de mitigación propuestas por el promovente. Una vez concluido el proceso, se determinará si el proyecto recibe autorización o si deberá ser modificado para reducir riesgos ambientales.
Mientras tanto, la iniciativa abre el debate sobre el equilibrio entre la expansión de infraestructura turística y portuaria en Yucatán y la necesidad de proteger los ecosistemas marinos de la región, donde conviven actividades pesqueras tradicionales con un crecimiento inmobiliario y turístico en constante expansión.
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