La Secretaría de Salud del estado de Puebla confirmó que dos bebés perdieron la vida tras contraer tos ferina, una enfermedad respiratoria que, aunque es prevenible con la vacuna, puede ser mortal en menores de edad.
Fallecimiento de bebés por tos ferina en el IMSS de Puebla
Los decesos ocurrieron en el hospital del IMSS conocido como “La Margarita”. El primero fue registrado el 20 de enero, y el segundo, el 27 de febrero de 2025. De acuerdo con el reporte brindado por el secretario de Salud de Puebla, Carlos Oliver Pacheco, las víctimas eran un niño y una niña, ambos de un año con tres meses de edad.
Aunque los casos encendieron alertas, el funcionario aclaró que no se trata de una crisis sanitaria, pero sí pidió reforzar la vigilancia, sobre todo en niños menores de dos años que no estén vacunados. Hasta el momento, en Puebla se reportan tres casos de esta enfermedad.
¿Qué es la tos ferina y por qué hay preocupación?
La tos ferina es una infección causada por la bacteria Bordetella pertussis. Es altamente contagiosa y puede provocar ataques de tos muy fuertes, en especial durante la noche. El riesgo principal está en los bebés, quienes pueden tener dificultades graves para respirar.
La enfermedad se transmite fácilmente por el aire, a través de estornudos, saliva o el contacto cercano con una persona enferma. Según la Secretaría de Salud, no es una infección estacional, ya que puede propagarse durante todo el año.
Casos de tos ferina en México
Según datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, en lo que va del 2025 ya se han confirmado 288 casos de tos ferina en el país. Ante el aumento reciente, la Secretaría de Salud emitió una alerta epidemiológica. Las entidades con más contagios son:
- Estado de México: 15 casos
- Ciudad de México: 9
- Coahuila: 8
- Jalisco: 8
- Zacatecas: 6
- Veracruz: 5
¿Cuáles son los síntomas y cómo se transmite?
Los primeros signos suelen parecerse a los de un resfriado común: secreción nasal, fiebre ligera y tos ocasional. Sin embargo, con el paso de los días la tos se vuelve más severa, al grado de generar vómito y problemas para respirar, sobre todo en bebés.
Los síntomas aparecen entre una y dos semanas después del contagio, que ocurre al inhalar gotas expulsadas por una persona infectada.El tratamiento para la tos ferina incluye antibióticos y en algunos casos, hidratación por vía intravenosa. En bebés, el riesgo puede ser mucho mayor debido a que su sistema respiratorio es más vulnerable. La mejor forma de evitar contagios es con la vacuna pentavalente acelular, que se aplica en cuatro dosis: a los 2, 4, 6 y 18 meses de edad.
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