Mexicana de Aviación, relanzada por el gobierno de López Obrador como una apuesta por la conectividad nacional y el orgullo mexicano, enfrenta turbulencias severas. En apenas nueve meses, la aerolínea acumula pérdidas de 932 millones de pesos, ha cancelado el 50% de sus rutas y depende casi por completo de subsidios.
La pregunta clave es: ¿cómo puede la administración de Claudia Sheinbaum transformar este proyecto fallido en un ejemplo de éxito gubernamental?
Mexicana de Aviación: El sueño que no despegó
Cifras alarmantes
Desde su relanzamiento, Mexicana de Aviación ha demostrado una operación ineficiente:
- Promedio de ocupación: 53 pasajeros por vuelo, en aviones con capacidad para 180 asientos.
- Usuarios totales: 384 mil pasajeros en un año, apenas mil pasajeros diarios en 19 operaciones.
- Dependencia de subsidios: Más de 2 mil millones de pesos en apoyo financiero.
Estas cifras evidencian una falta de estrategia comercial y operativa que ha llevado a la aerolínea al borde de la inviabilidad.
Problemas legales y financieros
Además de las pérdidas, Mexicana enfrenta un proceso judicial con SAT Aero, que exige una compensación de 9.9 millones de dólares por incumplimiento de contrato. De perder el caso, la situación financiera de la aerolínea se agravaría aún más.
Lecciones de un modelo fallido
Improvisación en lugar de planificación
El relanzamiento de Mexicana se realizó sin un estudio de mercado robusto ni un modelo de negocio sostenible. Esto ha resultado en rutas mal planeadas, horarios poco competitivos y una oferta que no atrae a los usuarios.
Gestión estatal sin estrategia
Aunque el modelo estatal buscaba garantizar accesibilidad y precios bajos, la falta de autonomía operativa y dependencia del gobierno central han obstaculizado su desarrollo.
Falta de transparencia
La gestión de los recursos destinados a la aerolínea ha carecido de mecanismos claros de rendición de cuentas, generando desconfianza en el proyecto.
¿Qué puede hacer Sheinbaum para salvar a Mexicana?
1. Reestructuración integral
Un primer paso es revisar completamente el modelo de operación:
- Consolidar rutas con mayor demanda.
- Optimizar horarios y frecuencias para mejorar la ocupación de vuelos.
- Redefinir el enfoque hacia destinos estratégicos que impulsen el turismo y la economía local.
2. Esquema mixto con el sector privado
Considerar alianzas con empresas privadas podría aportar capital, experiencia y eficiencia operativa, reduciendo la carga para el gobierno.
3. Transparencia y rendición de cuentas
Establecer un sistema de auditorías periódicas para garantizar que los recursos públicos sean utilizados de manera eficiente y transparente.
4. Metas claras y medibles
Definir objetivos específicos de rentabilidad y autosuficiencia operativa en un plazo razonable. Mexicana no puede depender indefinidamente de subsidios.
Mexicana como símbolo de orgullo nacional
Mexicana de Aviación tiene el potencial de convertirse en un ícono de conectividad e innovación, pero esto solo será posible si se transforma en un proyecto sostenible. Más que un fracaso, esta crisis podría ser una oportunidad para demostrar que el gobierno puede gestionar con eficiencia y visión de largo plazo.
El momento de Sheinbaum para liderar con eficacia
Mexicana de Aviación enfrenta una encrucijada. La administración de Claudia Sheinbaum tiene en sus manos la oportunidad de corregir el rumbo y convertir este proyecto en un modelo de gestión estatal exitosa.
De lo contrario, Mexicana quedará en la historia como otro ejemplo de improvisación gubernamental, un símbolo de lo que pudo ser y no fue.
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