La Escuela es Nuestra 2026 se perfila como uno de los pilares centrales de la política educativa del próximo año. Con un presupuesto histórico de 26 mil millones de pesos, la Secretaría de Educación Pública (SEP) anunció que el programa beneficiará a más de 143 mil planteles de educación básica en todo el país, consolidándose como uno de los proyectos sociales más relevantes del actual sexenio.
La noticia llega en un contexto donde la infraestructura escolar ha sido una deuda histórica en miles de comunidades. Escuelas con techos dañados, baños inservibles o aulas improvisadas han sido parte del día a día de millones de estudiantes. Para muchas familias, el anuncio representa algo más que cifras: significa seguridad, dignidad y mejores condiciones para aprender.
Un programa clave del “segundo piso” de la transformación
El titular de la SEP, Mario Delgado Carrillo, destacó que La Escuela es Nuestra forma parte de los programas sociales estratégicos del llamado “segundo piso de la Cuarta Transformación”. Para 2026, el programa recibirá mil millones de pesos adicionales, lo que permitió elevar su presupuesto total de 25 mil a 26 mil millones de pesos.
Este incremento no es menor. En términos reales, representa la posibilidad de atender a más comunidades escolares, reducir rezagos históricos y fortalecer el modelo de participación directa de madres, padres y comités escolares en la toma de decisiones sobre el uso de los recursos.
La Escuela es Nuestra 2026 y el impacto en miles de comunidades
Durante 2025, el programa ya había mostrado resultados significativos. Según datos oficiales de la SEP, 74 mil 250 planteles mejoraron su infraestructura, beneficiando a 8.1 millones de estudiantes en todo el país. Estas acciones incluyeron desde rehabilitación de aulas hasta mejoras en servicios básicos como agua potable, electricidad y sanitarios.
La directora del programa, Pamela López Ruiz, detalló que 68 mil 11 escuelas beneficiadas correspondieron a educación básica, con un énfasis especial en 16 mil 796 secundarias, que recibieron una inversión superior a 5 mil 128 millones de pesos.
Estas cifras reflejan una prioridad clara: atender los niveles educativos donde el abandono escolar y las carencias materiales suelen ser más pronunciadas.
Inversión que aún sigue llegando a los estados
Aunque el calendario escolar avanza, la entrega de apoyos continúa. Durante este mes, la SEP informó que 776 planteles en Puebla y Veracruz siguen recibiendo recursos, con una inversión conjunta de 238 millones de pesos.
Este detalle es relevante porque muestra la continuidad operativa del programa y su alcance territorial. No se trata de anuncios aislados, sino de un esquema de inversión constante que busca llegar incluso a zonas rurales y marginadas, donde otras estrategias suelen tardar más en materializarse.
Más que infraestructura: un modelo de participación social
Uno de los elementos que distingue a La Escuela es Nuestra es su enfoque comunitario. Los recursos son entregados directamente a los comités escolares, quienes deciden en qué obras invertir según las necesidades reales del plantel.
Este modelo ha sido señalado como un factor clave para reducir intermediarios, agilizar obras y fortalecer el tejido social alrededor de las escuelas. Para 2026, se espera que esta lógica se mantenga y se expanda, con mayor capacitación y acompañamiento a las comunidades educativas.
Educación y futuro: lo que está en juego
Invertir en escuelas no solo mejora edificios; impacta directamente en el aprendizaje, la permanencia escolar y la equidad educativa. Estudios y experiencias previas demuestran que los entornos seguros y funcionales reducen el abandono escolar y elevan el rendimiento académico.
En ese sentido, La Escuela es Nuestra 2026 no solo apunta a reparar muros o techos, sino a sentar las bases de un sistema educativo más justo, donde el lugar de nacimiento no determine la calidad del espacio donde se aprende.
La Escuela es Nuestra 2026, una inversión que se verá a largo plazo
El anuncio de que 143 mil planteles serán beneficiados en 2026 confirma que La Escuela es Nuestra 2026 seguirá siendo una de las principales apuestas del gobierno federal en materia educativa. Con más recursos, mayor cobertura y un modelo comunitario consolidado, el programa se proyecta como una inversión de largo plazo en el futuro de millones de niñas, niños y adolescentes en México.
Más allá de las cifras, el verdadero impacto se medirá en aulas más seguras, estudiantes con mejores condiciones para aprender y comunidades que recuperan la confianza en la escuela como eje de desarrollo social.


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