El fin de semana que parecía rutinario en el sur de Veracruz terminó en preocupación y daños materiales. Las lluvias intensas no dieron tregua y, en cuestión de horas, cientos de familias vieron cómo el agua entraba a sus hogares, caminos quedaban intransitables y la amenaza de los ríos desbordados se volvía una realidad.
En el municipio de Jesús Carranza, el Río Jaltepec rompió su cauce y provocó que casi 200 viviendas resultaran afectadas. Algunas familias decidieron evacuar de manera preventiva, mientras que otras permanecieron vigilantes con temor de perderlo todo.
Jesús Carranza: viviendas dañadas y familias que lo perdieron todo
La colonia Guadalupe fue uno de los puntos más afectados. Al menos 30 familias dejaron sus casas antes de que el agua subiera más. El ayuntamiento señaló que trabajan junto con Protección Civil para llevar víveres, colchonetas y apoyo a los damnificados.
“Pedimos calma, pero también precaución. Lo más importante es la seguridad de las familias”, declaró un representante municipal.
Jáltipan y comunidades vecinas bajo el agua
Mientras tanto, en Jáltipan, comunidades como Isla de Tacamichapan, La Lajilla, Yancuigapan, Buena Vista, San Soles y Malota reportaron caminos anegados e incluso localidades incomunicadas.
Los habitantes viven con la mirada puesta en los ríos Coatzacoalcos y Chiquito, que amenazan con desbordarse si las lluvias no ceden. La incertidumbre se respira en cada calle, mientras los pobladores recuerdan anteriores episodios de inundaciones que marcaron a la región.
Protección Civil alerta por más lluvias y tormentas
La Secretaría de Protección Civil de Veracruz advirtió que las lluvias y tormentas eléctricas continuarán en los próximos días, especialmente en las cuencas del sur.
El llamado es claro: mantenerse atentos a los avisos oficiales, evitar cruzar ríos crecidos y resguardar documentos y pertenencias importantes. La población sabe que cada decisión puede ser la diferencia entre resguardar su vida o arriesgarla.
Cuando el río habla más fuerte que las palabras
En Jesús Carranza, una madre relató que apenas tuvo tiempo de sacar a sus hijos de la casa cuando el agua comenzó a subir. “Lo material se repone, pero ellos no”, dijo con voz temblorosa.
Esa frase resume lo que cientos de familias enfrentan: la fragilidad de vivir cerca de los ríos y depender del clima. Cada lluvia trae consigo la memoria de anteriores inundaciones, pero también la esperanza de que la solidaridad comunitaria los ayudará a levantarse una vez más.
Las lluvias en el sur de Veracruz dejaron un panorama complejo: casas dañadas, caminos inservibles, familias evacuadas y ríos en alerta máxima. Pero también recordaron la importancia de la prevención y de la respuesta inmediata de las autoridades y comunidades.
Lo que hoy parece una tragedia puede convertirse mañana en una lección sobre cómo enfrentar unidos los desafíos del clima en México.


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