La posible fusión entre Volaris y Viva Aerobus encendió las alertas entre pasajeros y analistas del sector aéreo. La unión de las dos principales aerolíneas de bajo costo en México busca reducir costos operativos y fortalecer su posición frente a competidores nacionales e internacionales, pero la gran duda es si esto se traducirá en boletos más baratos o más caros.
La información fue confirmada por ambas compañías luego de que la agencia Reuters revelara que estaban cerca de cerrar un acuerdo para un nuevo grupo aéreo.
¿Por qué Volaris y Viva quieren unirse?
De acuerdo con directivos de ambas aerolíneas, la principal motivación de la fusión es reducir costos, especialmente los relacionados con la propiedad y arrendamiento de aeronaves, que representan el mayor gasto para las aerolíneas, incluso por encima del combustible.
Juan Carlos Zuazua, director general de Viva Aerobus, explicó que las grandes aerolíneas internacionales operan con costos de propiedad hasta 60% menores que los de las aerolíneas latinoamericanas, una desventaja que esta unión buscaría corregir.
Ambas empresas operan flotas Airbus y cubren rutas similares, lo que facilitaría la integración operativa sin eliminar marcas ni permisos individuales.
Nace Grupo Más Vuelos
Aunque Volaris y Viva seguirán operando como marcas separadas, la empresa resultante llevará el nombre de Grupo Más Vuelos, que se convertirá en la aerolínea con mayor participación en el mercado nacional.
Hasta octubre, ambas compañías concentraban en conjunto alrededor del 69% de los pasajeros transportados en México, muy por encima de Aeroméxico, que se perfila como el principal opositor a la operación.
¿La fusión bajará los precios de los boletos?
En el corto plazo, los precios podrían mantenerse estables. Las aerolíneas aseguran que la reducción de costos permitiría ofrecer tarifas más competitivas, especialmente en rutas nacionales y de alta demanda.
Sin embargo, especialistas advierten que una menor competencia en el mercado podría presionar los precios al alza en algunas rutas, sobre todo donde Volaris y Viva eran los únicos competidores directos.
La clave estará en las condiciones que impongan las autoridades regulatorias para evitar prácticas monopólicas.
Volaris se dispara en Bolsa
El anuncio de la fusión tuvo un impacto inmediato en el mercado financiero. Las acciones de Volaris subieron cerca de 20% durante la jornada, alcanzando su mayor alza desde su salida a Bolsa en 2013.
Aunque al cierre recortaron ganancias, los títulos terminaron con un avance de 14.15%, sumando más de 3 mil 200 millones de pesos a su capitalización bursátil, según datos reportados por Reuters.
¿Cómo será la estructura del nuevo grupo aéreo?
La transacción se plantea como una asociación de iguales. Volaris aportaría alrededor del 60% del valor de la empresa y Viva el 40%, aunque la deuda neta de Volaris es mayor, lo que equilibra el valor de capital entre ambas.
Cada aerolínea mantendrá sus operaciones, flota, rutas y marcas de forma independiente, al menos en la etapa inicial.
Obstáculos regulatorios y competencia
El mayor reto de la fusión será la aprobación regulatoria. La concentración de mercado es elevada y podría generar preocupaciones sobre competencia, especialmente tras la desaparición de la Cofece como órgano autónomo, cuyas funciones pasaron a una nueva agencia bajo la Secretaría de Economía.
Los directivos evitaron adelantar posibles condiciones o remedios que podría imponer el regulador, pero aseguraron confiar en los méritos de la operación.
La fusión llega en medio de tensiones entre México y Estados Unidos por rutas aéreas. En octubre, el Departamento de Transporte de EE. UU. revocó la autorización de 13 rutas operadas por aerolíneas mexicanas, lo que afectó la conectividad y el acceso a slots clave.
Aunque el gobierno mexicano devolvió seis de estos espacios en diciembre, el golpe al sector pudo haber acelerado las negociaciones entre Volaris y Viva para fortalecer su posición en el mercado interno y regional.
¿Qué deben esperar los viajeros?
Para los pasajeros, el impacto no será inmediato. En el mediano plazo, la promesa es mayor eficiencia y tarifas competitivas, pero el riesgo de menor competencia sigue sobre la mesa. Todo dependerá de las condiciones regulatorias y de cómo el nuevo Grupo Más Vuelos decida competir en un mercado cada vez más presionado.
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