En Progreso, Yucatán, fue presentado ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) un nuevo proyecto denominado “Patio de Maniobras San Ignacio”. El expediente, presentado por Mauricio Chami Lizárraga, será analizado para determinar si es viable.
El predio donde se pretende instalar se ubica en la comisaría de San Ignacio. La superficie total abarca 9,733.8 metros cuadrados y contempla la construcción de oficinas administrativas, espacios para espectaculares, áreas de contenedores, zonas de circulación para grúas y un patio de maniobras. También se plantea la conservación de más de la mitad del terreno, con el fin de reducir el impacto ambiental.
La inversión estimada asciende a 9 millones de pesos, de los cuales alrededor de 450 mil pesos se destinarán específicamente a medidas de prevención y mitigación ambiental, se lee en el documento. Se trata de una obra que sería construida en dos años y tendría una vida útil de 50 años.
¿Qué es un patio de maniobras?
En términos sencillos, un patio de maniobras es un espacio amplio y acondicionado para que circulen y operen vehículos pesados, principalmente camiones y tráileres. Allí se realizan actividades logísticas como la carga y descarga de mercancías, el cambio de remolques, el estacionamiento temporal de unidades y la preparación de materiales para su traslado.
Esto evita que esas operaciones se realicen en calles urbanas, reduce riesgos de accidentes y facilita el flujo del transporte de carga. En el caso de Progreso, su ubicación estratégica lo convierte en un punto de apoyo para el movimiento de mercancías relacionadas con el puerto de altura y las zonas industriales del municipio.
Los impactos ambientales
El estudio reconoce que la construcción del patio de maniobras podría generar afectaciones en la calidad del aire por polvo y emisiones de vehículos, ruido por el movimiento de maquinaria, remoción de vegetación y riesgos de contaminación del suelo y el manto freático en caso de derrames de combustibles.
Para atender estos riesgos, se proponen medidas como programas de reubicación de flora y fauna silvestre, control de polvos y gases mediante riego y mantenimiento de vehículos, manejo responsable de residuos y delimitación estricta de las áreas de trabajo. Además, el proyecto contempla conservar cerca del 60% del predio como área verde, con lo que busca mantener parte del paisaje natural.


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