sábado, diciembre 20, 2025

Importancia del cuidado de los riñones para una vida saludable

El cuidado de los riñones es crucial para el equilibrio corporal. Conoce sus funciones esenciales, los hábitos para mantenerlos sanos y las señales de alerta que nunca debes ignorar.

La salud renal es un tema que a menudo se subestima en la población, a pesar de que los riñones desempeñan funciones absolutamente esenciales para el correcto funcionamiento del organismo. Muchas personas desconocen la relevancia de estos órganos, cómo se deben proteger y que las enfermedades renales son frecuentemente silenciosas.

El Dr. Javier Zúñiga Varga, especialista en nefrología del Centro Médico ABC, indica que cuando las enfermedades renales se manifiestan, el impacto en la calidad de vida es significativo.

Los riñones son dos órganos con forma de frijol, localizados en la parte posterior del abdomen. Su función principal es mantener el equilibrio interno del cuerpo, pero su labor va mucho más allá de la simple producción de orina, siendo «nobles y maravillosos». El Dr. Zúñiga enfatiza que el cuidado de los riñones debe ser una prioridad desde la niñez.

Estos órganos maravillosos se encargan de eliminar las toxinas generadas por el metabolismo diario y de regular el agua corporal. Cuando hay exceso de líquidos, los riñones los eliminan; y cuando existe una carencia, ajustan su función para conservarlos. Este control hídrico es vital.

Además, cumplen un rol clave en el equilibrio de sales y minerales esenciales, como el sodio, potasio, calcio y magnesio. Estos elementos son indispensables para procesos como la contracción muscular, el funcionamiento cardíaco y la transmisión de impulsos nerviosos. Un desajuste en estos niveles tiene consecuencias serias para la salud.

Los riñones también participan activamente en la producción de hormonas. Una de ellas es la eritropoyetina, que estimula la producción de glóbulos rojos. Si la función renal disminuye, puede aparecer anemia, provocando cansancio, palidez y falta de energía.

Otro aspecto fundamental es su papel en la regulación de la presión arterial. Los riñones hacen ajustes constantes para mantenerla en rangos adecuados. Si el cuidado de los riñones se descuida, la presión arterial puede elevarse, creando un círculo vicioso de daño mutuo entre la hipertensión y el órgano renal.

Estrategias clave para el cuidado de los riñones

Hablar de una buena salud renal implica ir más allá de la ausencia de una enfermedad diagnosticada. El primer paso, según el especialista, es la conciencia: solo aquello que se conoce se puede cuidar. El cuidado de los riñones está estrechamente ligado a nuestros hábitos diarios.

La alimentación es uno de los pilares fundamentales. Se recomienda una dieta equilibrada, basada en alimentos naturales, que incluya las proporciones adecuadas de carbohidratos, proteínas y grasas. Es vital reducir el consumo de productos ultraprocesados, bebidas azucaradas y alimentos con carbohidratos refinados, ya que estos promueven la obesidad, la diabetes y otros padecimientos que afectan a los riñones.

Una hidratación adecuada es otro factor esencial. Existe la falsa creencia de que beber mucha agua sobrecarga los riñones, pero el Dr. Zúñiga aclara que ocurre lo contrario. Una ingesta aproximada de dos a tres litros de líquidos al día ayuda a que los riñones trabajen de manera eficiente. La deshidratación los obliga a concentrar la orina, exigiéndoles un mayor esfuerzo.

La actividad física regular también forma parte del cuidado de los riñones. Mantenerse activo ayuda a controlar el peso, mejora la presión arterial y reduce el riesgo de diabetes, todos ellos factores que inciden directamente en la salud renal. El ejercicio es un gran aliado preventivo para estos órganos.

Es relevante evitar la exposición a sustancias tóxicas. El tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol tienen un impacto negativo en la función renal. Asimismo, el especialista hace énfasis en los riesgos de la automedicación. El uso indiscriminado de analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos puede dañar seriamente los riñones si se consumen de forma frecuente o sin supervisión médica.

Finalmente, el cuidado de los riñones requiere seguimiento médico periódico. No es necesario acudir siempre a un nefrólogo; una o dos revisiones al año con el médico de cabecera son suficientes. Estas revisiones incluyen la evaluación del peso, la presión arterial y estudios generales como química sanguínea, examen de orina y la medición de microalbúmina y creatinina. Estos datos son cruciales para una detección temprana.

Identificación de señales y grupos de riesgo

Uno de los mayores desafíos es que las enfermedades renales pueden progresar sin síntomas evidentes por mucho tiempo. Los riñones pueden perder parte de su función sin que la persona lo note, lo que retrasa el diagnóstico. El diagnóstico temprano es vital.

Una de las primeras señales de alerta es la presión arterial elevada. Ante cifras altas, es indispensable evaluar intencionalmente la función renal, ya que esta elevación puede ser tanto causa como consecuencia del daño renal. Hay que prestarle atención al cuidado de los riñones.

Otros signos son los cambios en la orina, como un color alterado, presencia de espuma excesiva o un aspecto turbio. También la hinchazón de piernas, pies o párpados, conocida como edema, puede indicar retención de líquidos asociada a un problema renal.

Cuando el daño está más avanzado, aparecen síntomas como cansancio persistente, pérdida de apetito, cambios en el sabor de los alimentos, sensación metálica en la boca, comezón o dificultad para concentrarse. Estos signos suelen indicar una peligrosa acumulación de toxinas en el organismo.

En cuanto a los grupos de riesgo, las personas con diabetes mellitus o hipertensión arterial representan el sector más afectado a nivel mundial. Estas dos enfermedades son las principales causas de la enfermedad renal crónica, una condición que implica un daño progresivo e irreversible.

También están en riesgo quienes tienen obesidad, antecedentes familiares de enfermedad renal, padecimientos autoinmunes como lupus, enfermedades genéticas o quienes han tenido múltiples episodios de piedras en los riñones.

No atender a tiempo un problema renal tiene consecuencias muy graves. Las personas con enfermedad renal crónica tienen un mayor riesgo de sufrir infartos al corazón y eventos cerebrovasculares. Además, la calidad de vida disminuye drásticamente, y en etapas avanzadas, se requiere iniciar terapias como la diálisis o considerar un trasplante. El cuidado de los riñones es la mejor prevención.

Aunque existe una disminución natural de la función renal con la edad, las enfermedades mal controladas aceleran este proceso. El objetivo no es solo tratar la enfermedad renal, sino evitar que se desarrolle mediante la prevención, el diagnóstico oportuno y un manejo integral. El cuidado de los riñones es un componente esencial del bienestar general que debe ser priorizado en todas las etapas de la vida.

Caro Ira
Caro Ira
Caro Ira es una destacada colaboradora en medios digitales, aportando su conocimiento y experiencia en deportes, tecnología y entretenimiento. Su habilidad para crear narrativa cautivadora para audiencias digitales garantiza contenido relevante y atractivo. Su experiencia en estos nichos específicos refuerza la autoridad y fiabilidad de nuestros artículos en estas áreas.
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