El pasado 25 de julio, peritos y agentes ministeriales de la Fiscalía General de la República (FGR) realizaron una diligencia en la comisaría de Sisal, en el municipio de Hunucmá, como parte de una investigación por presuntos cambios ilegales de uso de suelo que han provocado daños ambientales severos en la costa yucateca.
La diligencia permitió constatar físicamente tres áreas previamente identificadas con afectaciones por desmonte de vegetación, que en conjunto suman 37,784 metros cuadrados de ecosistemas destruidos, entre duna costera y matorral.
Estas zonas fueron detectadas desde febrero de 2025 y clausuradas tras inspecciones realizadas por autoridades ambientales, que también interpusieron denuncias ante la FGR.
Al operativo acudieron 10 elementos de la FGR, 6 peritos, agentes ministeriales y 4 inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Nuevo desmonte de duna costera
Sin embargo, el hallazgo más reciente encendió nuevas alertas: durante la inspección, los funcionarios observaron un nuevo proceso de desmonte en un área de 2,541.61 m², lo que llevó a la apertura de otro expediente por daño ambiental.
La vegetación devastada no es cualquier maleza. Se trata de ecosistemas clave para la protección costera, formados por especies que sobreviven en condiciones extremas de salinidad, movilidad de arena y escasez de agua.
El matorral costero y la duna no solo amortiguan los efectos del cambio climático, sino que también son hábitat de fauna nativa y endémica.
Con este nuevo caso, ya suman cuatro los sitios impactados por la eliminación ilegal de vegetación en la zona costera de Sisal.
Mientras continúa la integración de la carpeta de investigación, activistas y pobladores de la región han exigido mayor vigilancia y sanciones ejemplares contra los responsables de este ecocidio.


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