La reciente captura de Ismael “El Mayo” Zambada ha transformado el panorama del crimen organizado en México. Las facciones internas del Cártel de Sinaloa —especialmente aquellas lideradas por Los Chapitos y las que aún le deben lealtad al Mayo— han reaccionado con acciones violentas en varias regiones del país. Este escenario de inestabilidad ha provocado que las autoridades federales intensifiquen sus esfuerzos en seis estados clave: Sinaloa, Chihuahua, Nuevo León, Baja California, Nayarit y Sonora.
Captura de “El Mayo” Zambada: un punto de inflexión
La captura de Ismael Zambada el pasado 25 de julio en Estados Unidos marcó un punto crucial para el Cártel de Sinaloa. Su ausencia ha desatado tensiones entre sus leales y la facción de Los Chapitos, hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Estas facciones, que operaban en relativa armonía, se han convertido en competidores dentro del mismo cártel. Ahora, el gobierno mexicano, en coordinación con agencias de seguridad internacionales, intenta evitar un conflicto mayor que podría tener repercusiones devastadoras para la seguridad nacional.
Sinaloa: epicentro del conflicto interno
Sinaloa, la cuna del cártel homónimo, ha sido testigo de una serie de operativos y capturas de líderes clave desde la detención de El Mayo. En Culiacán, autoridades arrestaron recientemente a Edwin Antonio “R”, alias El Max o El Oso, quien era considerado uno de los operadores principales de Zambada. La captura de Max ha debilitado la estructura de apoyo a la facción del Mayo, incrementando la presencia militar en la zona para prevenir enfrentamientos.
Chihuahua: la pugna entre La Línea y Los Salgueiro
En Chihuahua, la situación es compleja debido a la confrontación entre La Línea y Los Salgueiro, facciones que han jurado lealtad al Cártel de Sinaloa pero que también rivalizan por el control de rutas hacia Estados Unidos. Recientemente, las autoridades federales detuvieron a José Enrique “N”, alias El Fantasma o El Güero Huachicol, presunto jefe de plaza en Nuevo León y uno de los principales generadores de violencia en la región.
Nuevo León: la lucha por el control territorial
Nuevo León, conocido por su cercanía con la frontera, es estratégico para el tráfico de drogas. En los municipios de Santa Catarina y García, se ha intensificado la actividad criminal vinculada al Cártel de Sinaloa. Las autoridades federales, tras la detención de El Güero Huachicol, han intensificado su presencia en el área con la intención de desmantelar las redes de distribución de drogas que abastecen a estados fronterizos y a Estados Unidos.
Baja California: un laboratorio del narcotráfico
Ensenada, en Baja California, fue escenario de un golpe al tráfico de metanfetamina tras la localización y desmantelamiento de un laboratorio clandestino que tenía capacidad para producir más de 10 toneladas de narcóticos. Este descubrimiento, atribuido a las redes de producción de Los Chapitos, demuestra el alcance y la sofisticación de las operaciones de narcotráfico en esta región costera. La producción de metanfetaminas en Baja California sigue siendo una prioridad para las autoridades, quienes buscan cortar los canales de exportación hacia Estados Unidos.
Nayarit: zona de conflicto con el CJNG
En Nayarit, la tensión entre el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha derivado en episodios de violencia. Los Chapitos han trasladado sus operaciones a esta región, buscando aumentar su control territorial y desplazar a sus rivales. Las autoridades federales han respondido con mayor vigilancia, aumentando la presencia de fuerzas armadas en puntos estratégicos de Nayarit para prevenir enfrentamientos entre ambos cárteles.
Sonora: arrestos en la frontera norte
Sonora, un estado con vastos territorios desérticos y una importante frontera con Estados Unidos, es vital para el tráfico de drogas y armas. La reciente captura de Ramón Enrique “N”, alias El Kiki, identificado como miembro de Los Pelones y supuesto aliado de Los Chapitos, muestra la creciente influencia de esta facción en la zona. Sonora se ha convertido en un campo de batalla donde los operativos federales intentan frenar el dominio de las redes de tráfico del Cártel de Sinaloa y otros grupos armados.
Estrategia federal en seis estados: el nuevo mapa de seguridad
El gobierno federal ha reforzado sus operaciones en estos seis estados con el objetivo de debilitar las estructuras de las facciones del Cártel de Sinaloa. El reciente documento “Estrategia de Seguridad de los Primeros 100 Días” publicado por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) de Michoacán, esboza un plan para intensificar la cooperación interinstitucional en estas áreas. La estrategia incluye el despliegue de elementos militares, la intervención de inteligencia y la coordinación con agencias estadounidenses como la DEA.
La captura de El Mayo Zambada ha desencadenado un cambio significativo en el Cártel de Sinaloa y ha impulsado al gobierno a actuar con rapidez en seis estados clave. Con cada arresto y operativo, las autoridades intentan fragmentar la estructura del cártel y contener la expansión de sus facciones. Sin embargo, la lucha sigue en desarrollo, y las repercusiones de esta estrategia federal podrían cambiar el panorama de seguridad en México.


TE PODRÍA INTERESAR